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LA CONTRACULTURA EN MÉXICO
Jose Agustín
Por Fernando Arrieta L. 
Este libro es un vivo retrato de lo que es la juventud hoy en día, además aborda temas que forman parte de la actualidad, de nuestro contexto histórico desde mediados del siglo pasado a la fecha. Dentro de todo lo que podemos llamar cultura, para José Agustín, es todo el entorno social, es decir como denominar cultura a la misma sección social que representan los “mexicanos” y sus subniveles; el caso es que no precisamente, al menos para mí, no por las razones que dicta en este libro, todos esos movimientos y manifestaciones debieran ser como tal una contracultura; porque únicamente sean como la negación a “lo Cultural” ya que ésto desde mi punto de vista no existe como tal, repito, en el sentido en el que lo aborda José Agustín.
Por lo demás los temas me parecen interesantísimos, todos y cada uno de los puntos que aborda y además como diferencia, delimita y define a los grupos de “socialización” que se dan y de los que hemos sido testigos, en la escuela, en los lugares de reunión, como bares y antros, e incluso en la misma cotidianidad, esas ramificaciones “culturales” son parte de nuestra percepción diaria.
Así es que regresando a mi tema del primer párrafo, tenemos que para José Agustín no existe una cultura, sino varias, y como tal se hablará de la contracultura repito, como ramificaciones lógicamente contrarias a todas y cada una de estas “culturas” lo que da lugar a lo que yo podría llamar “subculturas”, pero que a mi modo de ver y por consecuencia inevitable terminan siendo reflejos en distintos grados de intensidad de las “culturas principales”.
Es decir para culminar este tema, que para mi la contracultura abordada en este libro de excelsa manera por José Agustín está y estará (y por supuesto ha estado) tan estrechamente relacionada con todo el entorno cultural que como una consecuencia que se encuentra hacia donde se voltee la mirada, esta contracultura es un infortunado y conmovedor reflejo inconsciente e involuntario de la cultura dominante, como se ve y será así siempre, de Todo.
Aquí he de ser sincero, quisiera citar una diferenciación entre estas “subculturas” de las que hablo que me pareció interesante; aquí se le llaman culturas populares y/o alternativas, si se habla por decir de una cultura que no alcanza los términos de una cultura como la que todos denominamos así, es una sub-cultura; por otro lado hablando acerca de una cultura creada y formulada pero que aún obtiene como resultado inferioridad, hablamos de una cultura subalterna; una cultura que se mantiene al margen por decisión o necesidad propia de la cultura “dominante” es un ejemplo de cultura marginal. Hay dos ejemplos que son más de los que se habla en el libro y son primero la cultura “clandestina” esa que se va creando intempestivamente alejada de las miradas acusadoras y prejuiciosas de la sociedad como cultura, es la cultura “underground”. Y por último la que le da el titulo al libro, la que rechaza la cultura dominante pero se forja a su vez en las “ruinas” de las demás y por ende tiene características de los restos sobrantes de éstas, la cultura que se opone a la tendencia general es la Contracultura.
Esta última se da como resultado al cambio que exige la novedad antes de adaptarse del todo a la sociedad “culta”, es decir la revolución ideológica que busca inexcusablemente liberarse de las ataduras que le va dictando poco a poco la normativa social, se ataca la consciencia y la institución que son a la vez el armazón y las barreras de la “nueva Cultura”, ésta que al menos de principio se tiene que postular como Contracultura.
Por lo tanto tenemos que estas culturas de la juventud, son “colecciones” es decir son compendios de otras culturas unidireccionales pero individuales esto provoca que a su vez las culturas “hechizas o hibridas” tengan un sentido multidireccional pero constante a la vez, o al menos eso se pretende.
Por último, creo, y siguiendo la línea de expresar en estas palabras mi propio punto de vista, que a fin de cuentas todo, y el tema de este libro, se resume en las ideologías, encaminadas hacia esta liberación de los preceptos sociales que anhela cada miembro de la multiplicidad de la juventud. Lo importante aquí es que si cada joven analizara con esta ideología esperanzada del porvenir, todo su entorno el mundo, México, la escuela y cada joven seria mucho mejor ético-psico-emocionalmente, y el problema que le veo a esta contracultura no es la negación incluso que presenta a veces entre ella misma, o al menos no es el problema principal, no, su primer deficiencia es que las siguen los  jóvenes como se niegan a seguir la cultura “dominante” a ojos cerrados, con lo que tenemos como resultado los factores que se pretendían impedir.
Bueno como conclusión creo que esta contracultura es una cultura joven, y por ende, en pleno desarrollo, pero eso no le quita esencia; para mí, por experimentarla, es una cultura en la que cada miembro participante, activo e inactivo, persigue y comparte el ideal de las utopías heterogéneas de su mente y las utopías homogéneas del conjunto.
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Sobre el Autor: FerAl65