LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Cuando escuchamos hablar de inteligencia casi siempre lo relacionamos con el coeficiente intelectual, solemos pensar que una persona inteligente es aquella que destaca en los exámenes, en la escuela, que hace operaciones con agilidad, etc. Sin embargo olvidamos que los seres humanos también poseemos algo llamado inteligencia emocional, este tipo de inteligencia es igual o más importante a lo largo de la vida que el solo tener un coeficiente intelectual alto, ya que si regulamos nuestras emociones de manera satisfactoria tendremos la estabilidad suficiente para destacar en la parte académica o profesional.

La mayoría de las personas exitosas en el ámbito profesional son personas que en la parte emocional se encuentran en equilibrio o poseen un manejo de emociones positivo. Por lo tanto es importante trabajar en este tipo de inteligencia.
La inteligencia emocional es un complemento indispensable en la relación con uno mismo y con los demás. No sirve de nada ser el alumno con mejores calificaciones si no se tiene amigos o se siente acomplejado.

¿Qué es la inteligencia emocional?
Nos referimos a inteligencia emocional cuando hablamos de las capacidades y habilidades psicológicas que implican la comprensión, entendimiento y control de las emociones propias y ajenas, así como la modificación de los modelos de respuesta emocional en uno mismo. Una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de gestionar satisfactoriamente las emociones para lograr resultados positivos en sus relaciones con los demás.
A pesar de que diversos psicólogos habían destacado la insuficiencia de los elementos cognitivos y racionales como únicos indicadores para medir la inteligencia, el concepto surge en 1983 con el psicólogo Howard Gardner, quien considera a los test de coeficiente intelectual como insuficientes para lograr una apreciación completa de la inteligencia, él amplió el concepto de la inteligencia al decir que ésta es una capacidad desarrollable y no solo algo innato de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una cultura (o varias).
Gardner describe 9 tipos de Inteligencia diferentes pero, a diferencia de otros modelos que intentan evaluarla, el autor describe 2 tipos de marcado perfil emocional:




Inteligencia interpersonal: implica entender y comprender las emociones de los otros y tener la habilidad de reaccionar según el estado anímico del otro. Es la capacidad de manejar relaciones humanas y la empatía con la que nos «ponemos los zapatos del otro» y reconocemos sus motivaciones, razones y emociones. La mayoría de las actividades que se realizan en la vida dependen de la inteligencia interpersonal, ya que están formadas por grupos humanos en los que debemos relacionamos. (Los grandes líderes tienen una fuerte inteligencia interpersonal para bien o para mal)
Inteligencia intrapersonal: se refiere a la comprensión de las propias emociones, de tenerlas en cuenta al momento de tomar decisiones y ser capaz de regular las emociones según la situación, nos permite formar una imagen clara de nosotros mismos; poder entender nuestras necesidades y características, así como nuestras cualidades y defectos sin maximizarlos o minimizarlos. Y aunque se dice que nuestros sentimientos sí deben ayudar a guiar nuestras decisiones, debe existir un límite en la expresión de estos. Este tipo de inteligencia es funcional para cualquier área de nuestra vida.
La importancia de la inteligencia emocional reside en el hecho de que permite a los individuos estar en contacto no sólo con sus propias emociones, si no también considerarse sensibles y empáticos respecto de situaciones o fenómenos externos. Muchas veces, personas con altas dosis de inteligencia emocional son las que llevan a cabo actividades de tipo solidario y social.
Aunque parezca que este tipo de inteligencia es poco significativa, se ha demostrado que es potencialmente válida para tomar decisiones ya que el cómo nos sentimos tiene un papel fundamental a la hora de elegir.

El término Inteligencia Emocional fue utilizado en 1990 por Peter Salovey y John Mayer, quienes la definen como: «la capacidad de controlar y regular las emociones de uno mismo para resolver los problemas de manera pacífica, obteniendo un bienestar para sí mismo y para los demás».
Basándose en Gardner y su teoría de las inteligencias múltiples, Salovey identificó cinco esferas en la inteligencia emocional:
1. Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo es la capacidad de controlar sentimientos de un momento a otro, siendo fundamental para la penetración psicológica y el auto conocimiento.
2. Manejar las emociones. La capacidad de manejar sentimientos de forma adecuada, es una capacidad que se basa en el auto conciencia y el auto control.
3. La propia motivación. Habilidad para ordenar las emociones al servicio de un objetivo esencial: es lo que se conoce como auto motivación.
4. Reconocer las emociones de los demás. Se trata de la empatía o auto conciencia de las emociones de los otros.
5. Manejar las relaciones. Es la adecuación a nuestro ser social y parte esencial del desarrollo con los demás.
La emoción es básicamente un sentimiento subjetivo privado, pero también la expresión o manifestación de respuestas somáticas y autónomas específicas (el corazón late más deprisa, las palmas sudan, aparece la risa o el llanto, etc.). Igualmente pueden considerarse un conjunto de acciones para defenderse o preparar el ataque ante posibles amenazas y, por tanto, con un alto valor adaptativo como apuntó en su momento Charles Darwin. Este mismo autor describió las 4 emociones primarias que consideraba que eran innatas al ser humano ya que se daban en todas las culturas e incluso en personas ciegas y que, por tanto, no habían podido ser aprendidas.



Estas eran: Cólera o Ira, Alegría, Miedo y Tristeza. Posteriormente, en lo que algunos autores denominaron secundarias, se describieron cuatro emociones más: Amor (Enamoramiento), Sorpresa, Vergüenza y Aversión.


La inteligencia emocional tiene una gran importancia en las relaciones sociales. Puede parecer algo natural, pero también es una capacidad que se puede desarrollar e incluso tratar. «A las personas que tienen poca se las puede intervenir terapéuticamente y reaprender», afirma Dina Krauskopf. Asimismo agrega que la crianza tiene bastante que ver con su desarrollo.
La educación recibida nos condiciona la tolerancia o aceptación de nuestras emociones, siendo habitual que dependiendo del estilo de vida de cada familia, haya unas emociones más aceptadas y otras más reprimidas, así como el estilo emocional puede ser más o menos extrovertido.
Los prejuicios habituales sociales contra la expresión emocional suelen ser del tipo: «ser emocional es igual a ser una persona débil, inmadura o enferma», «las emociones son peligrosas y si te dejas llevar por ellas, puedes arruinar tu vida», «una persona responsable tiene que ser racional y controlar sus sentimientos».
Frases como ¨no debes llorar¬, llorar no sirve de nada, no te enojes, no te rías tan fuerte, no estés triste, etc., y na cantidad infinita de frases que solo nos enseñan a no demostrar nuestras emociones y por tanto nos limitan a siquiera sentirlas o reconocerlas, nos fomenta desde niños una incapacidad para trabajar de manera adecuada en estas, creciendo como adultos poco capaces de enfrentar la vida daría debido a la inmadurez emocional que presentamos.
Bisquerra señala que la educación emocional es un proceso que se da de manera continua y de forma permanente, esto significa que en cualquier momento de la vida se puede brindar educación emocional y dicha educación tendrá variaciones dependiendo del tipo de persona, ya que las necesidades de un niño son totalmente diferente de las de un adolescente.
Niños, adolescente o adultos, se pretende que con la educación emocional se logren los siguientes objetivos:
– Reconocer emociones propias.
– Reconocer las emociones de los demás.
– Identificar y nombrar correctamente a las emociones.
– Ser capaz de regular las propias emociones
– Incrementar el umbral de tolerancia a la frustración.
– Identificar de manera anticipada los efectos nocivos de las emociones negativas.
– Ser capaz de construir emociones positivas
– Ser capaz de lograr la automotivación
– Tener una actitud positiva ante la vida
– Desarrollar la capacidad de avanzar.
Por tanto en las instituciones escolares como fundamentalmente en casa se recomienda aprender y proveer a los niños de herramientas y recursos para poseer una inteligencia emocional que les permita vivir su vida de manera plena y satisfactoria, desde pequeños podemos comenzar a identificar emociones y aprender a demostrarlas de manera adecuada, sin limitarnos o sentirnos culpables por ello.
La inteligencia emocional promovida desde la infancia hará del niño que aprendió ayer el adulto pleno de hoy.





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LA CRISIS DE LA PSICOLOGÍA

LA CRISIS DE LA PSICOLOGÍA

Pretendo abordar en este texto, no un deterioro, precariedad y mucho menos dificultades serias dentro de la disciplina. Sino más bien el proceso que ha llevado al avance de esta ciencia.

En distintos aspectos, diferentes necesidades han podido ser “cubiertas” por nuestra disciplina, algunas nos atañen y habíamos tardado en responsabilizarnos y otras no, pero ponemos de nuestra parte, la psicología al servicio de estas necesidades, de carácter social, cultural, ético, científico y de divulgación.

EFECTOS DE LA CRISIS

La crisis a nivel individual, social o institucional, ha sido poco influyente en la psicología dominante, los cambios en ésta  han sido realmente escasos. Los efectos de la crisis han sido en realidad profundos y probablemente irreversibles en estos niveles, pero la psicología ha conseguido mantener un poco al margen.

La perspectiva optimista de quienes afirman que a partir de los años 70 y como consecuencia directa de la crisis se ha venido gestando en nuestra disciplina un nuevo paradigma caracterizado por el énfasis en los aspectos históricos, dialecticos y simbólicos de la conducta humana, el interés por la ideología, el reconocimiento de carácter activo de las persona, la preocupación por  el cambio y la resolución de los problemas sociales y el estudio de la vida cotidiana y la utilización de métodos alternativos de investigación. Han dado a la Psicología un carácter asistencialista más que proveedor, con soluciones emergentes más que planteamientos teóricos enfocados a la resolución de los conflictos que incumben a quienes beneficia (o que sería recomendable que beneficiara) esta hermosa ciencia.

La crisis con sus componentes institucionales, académicos y personales, ha sido muy útil u fructífera, para algunas otras disciplinas, como suelen serlo generalmente las crisis al convertirse por el conflicto, cognitivo y no cognitivo que producen, en un verdadero motor del cambio social. Así, en algunas otras áreas de estudio, como la economía, el derecho, la política, la ecología, la biología y la medicina, la crisis ha tenido su efecto en cuatro ejes principales:

  1. Ha fomentado la búsqueda de métodos menos obstructivos que los utilizados habitualmente y, en todo caso, ha hecho posible que se acuda, sin complejo de inferioridad alguna, a métodos no experimentales.
  2. Ha permitido la ampliación del marco teórico en que deben desenvolverse las investigaciones, incrementándose así la presencia de perspectivas poco habituales.
  3. Ha servido para poner de relieve el compromiso sociopolítico de muchas áreas de conocimiento, ciencias y disciplinas, y su enfoque proactivo.
  4. Han ayudado poderosamente al desarrollo y fomento de la aplicación en nuevas áreas de estas disciplinas abarcando más campo de acción, permitiendo además aumentar el campo laboral y mejorar la percepción y el reconocimiento de las mismas.

Tras la crisis las cosas ya no volverán a ser como antes eran. Y en respuesta algunas disciplinas van adquiriendo legitimidad, reforzándola o aumentándola.

Algunas características de la legitimidad son:

1.  Un mayor y más estrecho funcionamiento interdisciplinario.

2.  Un análisis metateorico que nos permita contemplar el quehacer científico, sus alcances, aplicaciones y potenciales.

3. Una perspectiva de construcción social.

4. Establecimiento de un respaldo lingüístico (no confundir con el posmodernismo). Que respalde la difusión y el acercamiento de estas disciplinas a la población en general.

La historia de la psicología, como la del resto de las ciencias sociales va estrechamente unida a la historia de la modernidad y del desarrollo de la humanidad. De ahí que a la actual crisis le acompañe también una crisis en la psicología.

¿Estamos respondiendo bien a esta crisis?

La psicología, clínica y social, deberán cambiar y adoptar los postulados básicos del pensamiento post-moderno. La psicología en sus bases teóricas, quizá no cambiará mucho en los próximos años, ya que resulta difícil reconstruirla, pues tiene mucho peso las rutinas académicas y de investigación. Y las malas praxis que se han ido arraigando en el desempeño “coloquial” de nuestra disciplina.

La psicología experimental sigue siendo dominante. Sin embargo ha caído en un desligamiento hacia sus aplicaciones. Dejando espacio para las pseudociencias, y el desempeño sin sustento teórico y mucho menos científico, pero que proporciona soluciones prácticas, aunque no funcionales.

psicologia

Conclusión.

Distintas crisis han conformado parte de la historia de la psicología, clínica, social y experimental. Incluso es por muchos conocido el apogeo que esta ciencia adquirió a través de la Gran Guerra (Guerras Mundiales).

Existen efectos de la crisis actual (sociopolítica y cultural) en la psicología, pero no están siendo ni controlados, ni previstos, ni aprovechados. Como he mencionado, de hecho han dado pie a que se desestime nuestra disciplina como constructora de cambios sustanciales, y a que se adhieran prácticas poco profesionales. A que caigamos en la palabrería para definir conceptos básicos y que vaciemos los anaqueles teóricos buscando argumentos, cuando quizá deberíamos replantearnos algunos.

¿Estamos respondiendo bien a esta crisis?

No. En México se ocupa una frase que aplica a esta situación. “Nos estamos durmiendo en nuestros laureles”. La Psicología tiene mucho más que aportar, puede regularizarse más y puede ofrecer una perspectiva científica que a la vez aporte soluciones, que no solo observe para determinar, sino que determine para construir. Ya se hace, claro, con honrosas excepciones y es ahí donde encontramos su funcionalidad, por ejemplo, en actividades proactivas en comunidad, investigaciones de problemáticas sociales con planteamiento de soluciones, prevención, tratamiento, replanteamiento de algunos conceptos y análisis y artículos que generan suficientes respuestas, y suficientes preguntas, etc.

La psicología no está en crisis, no hay mucho de qué preocuparse en este sentido, pero el contexto en el que nos desarrollamos es una crisis en sí misma. Y no aportar positivamente a este trance sociocultural y político, deja en la barrera a la psicología, donde no le afecta, ni para bien, ni para mal.





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PRINCIPIOS PSICODINÁMICOS

 

PRINCIPIOS PSICODINÁMICOS

Por Fernando Arrieta L.
 El punto de vista psicodinámico, el cual considera a los fenómenos psíquicos como la resultante de un conflicto entre fuerzas psíquicas opuestas. Resumiendo los Principios Psicodinámicos descritos por Lewin, el aparato psíquico es una división hipotética de la mente que se da en varios sistemas o instancias, constituidas por grupos de funciones que pueden conceptualizarse según los conjuntos de contenidos mentales, por ejemplo, los recuerdos, los pensamientos y las fantasías. Las tres instancias que lo componen son el ello, el yo y el superyó. Las cuales se encuentran dotadas de la energía psíquica capaz de actuar sintonizadamente u opositoramente; de ahí se origina el conflicto psíquico.
El ello, es la expresión psíquica de las pulsiones, es inconsciente y responde a la energía de los impulsos como procesos dinámicos, encargados de satisfacer alguna necesidad, si bien las necesidades llegan a ser conscientes el ello es incapaz de acceder directamente a la consciencia y su descarga se realiza a través de sus representantes. Como los pensamientos, los deseos, las fantasías, movimientos y acciones, y síntomas.
El yo, es una válvula que regula o se opone a las pulsiones, a través de diversos mecanismos defensivos, representa un mediador entre las pulsiones radicadas en el ello y las demandas del mundo externo. El yo, al contrario del ello, si posee funciones conscientes, como la percepción y la memoria, y también posee funciones inconscientes, algunas de las cuales, las más importantes además, serian los mecanismos de defensa.
El superyó, por su parte es el resultado de la internalización de las demandas de las normas morales de la sociedad, de las demandas del medio externo mencionadas arriba, más como un sinónimo de adaptabilidad. Este se desarrolla a través de la socialización y la identificación con los padres y otras figuras representativas o significativas en la infancia. Sus funciones psíquicas presentan una serie de expresiones manifiestas, tales como las actitudes acordes a la conciencia moral y el sentimiento de culpa. El superyó es una clara oposición a los deseos derivados de las pulsiones. Además cuando esta oposición es respetada se otorga como una recompensa o una protección, en forma de ideales o valores (el ideal del yo).

La conciencia por otra parte es un fenómeno completamente subjetivo, se maneja dentro del estado de alerta de las percepciones que se asimilan desde el mundo externo y del interior del cuerpo y de la mente. Cuando se impone la fuerza del superyó y los afectos y pensamientos no pueden ser permitidos en la consciencia, el yo los asimila pero los remite al inconsciente, este proceso se conoce como represión, la cual es entendida como un tipo de resistencia.

El inconsciente, está constituido por los contenidos y los procesos mentales que se entienden como incapaces de acceder a la conciencia debido a la represión. Es decir que el inconsciente está formado por las representaciones pulsionales de los deseos contrarios a las normas o al superyó. La organización que tienen dentro del inconsciente responde a una forma lógica no formal, la cual se origina en el proceso primario.
Los procesos primario y secundario, es el modo en que se descarga la energía y a su vez es un tipo de pensamiento. El proceso secundario es el encargado de los conceptos, tanto en el preconsciente como en la conciencia. Por su parte el proceso primario se refiere a un tipo de pensamiento primitivo, su meta es la realización de deseos, está dominado por la emociones y trabaja sobre imagines, realiza constantemente condensación, desplazamiento y simbolización.
La condensación, es el mecanismo de los sueños, mediante nuevos significados se consigue una reunión de componentes de varias representaciones en un solo elemento. La simbolización es una forma de representación indirecta, los objetos representados simbólicamente son partes del cuerpo o miembros de la familia; el desplazamiento  se refiere a un traslado del afecto, el interés o la importancia de una representación a otra.
La interpretación consiste en reformular los elementos antes mencionados, se refiere al proceso en el que se hace consciente todo deseo que se formula en el inconsciente y las modalidades defensivas desarrolladas para impedir su expresión directa. Todo ello, se define como un conflicto psíquico que representa la oposición de dos fuerzas psíquicas.  El conflicto implica un desequilibrio, cuya raíz o fundamento radia en el periodo del desarrollo sexual conflictivo que se ubique e identifique.
El desarrollo psicosexual se refiere a como el individuo atraviesa más o menos resueltamente una serie de necesidades y deseos referentes en principio a diferentes zonas corporales, oral anal, fálica y genital. Cuando en alguna etapa en especifico se intensifican dificultades o gratificaciones se desarrolla una fijación.
           Cuando el recurso de la represión no es suficiente para resolver las demandas contradictorias del mundo interno y el mundo externo, el yo desarrolla los mecanismos de defensa, algunos de los más importantes son los ya mencionados, como la represión, el desplazamiento, la condensación y la simbolización. Y algunos más complejos como la introyección, la identificación, el aislamiento, la negación, la anulación, la transformación en lo contrario y la sublimación.
Finalmente, el síntoma, es un resultado obtenido por las pulsiones reprimidas y los mecanismos de defensa que se emplearon por parte del yo para evitar que emergieran. Expresa, al mismo tiempo que encubre lo reprimido, lo cual genera la idea de una ganancia primaria. Sin embargo, esto se va dirigiendo a conseguir satisfacciones diferentes a la mera expresión, identificadas como ganancias secundarias.





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Obras de Sigmund Freud Completas.

A manera de difusión, les compartimos las Obras Completas de S. Freud. En un compendio de 29 tomos y en formato PDF. Para ayudar a estudiantes de Psicología y carreras afines, o simplemente a quien quiere conocer la obra de Sigmund Freud, pionero en la Psicología y el Psicoanálisis, y uno de los pensadores más influyentes de inicios del siglo XX.





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