Personalidad TIPO A

¿Tienes una personalidad ‘Tipo A’? Entonces eres una persona imparable

O eso podría parecer, sin embargo, el tipo A de personalidad se encuentra clasificada como áltamente problemática. Con rasgos de personalidad que son funcionales en ciertas areas, pero disfuncionales en las areas más personales e importantes de la vida.

Éste texto es un estracto de la web ENTREPRENEUR.

La intención aquí es, tomárlo como referencia para delimitar dichos rasgos en éste tipo de personalidad en particular.

Las personalidades se dividen en dos grupos y uno de ellos se destaca por su voluntad, energía y concentración sobrehumanas.

Texto original de Jonathan Long VIP Contributor en cursivas

Las personalidades pueden ser clasificadas en dos tipos (A y B). Las personas del primer grupo son individuos extremadamente motivados con grandes metas en la vida y un fuego interno que los impulsa a conseguir todo lo que se propongan. Las personas Tipo B son más relajadas y tienden a operar mejor con niveles menores de estrés. 

Aquí encontramos el primer punto importante, si bien las personas con personalidad tipo A efectivamente se encuentran bien motivadas y enfocadas a sus objetivos (comunmente grandes metas de aspiraciones sociales o económicas), el estrés funciona en ellos como precursor o catalizador, el mencionado fuego interno no es más que elementos autopunitivos y de gran autoexigencia.

1. Para los Tipo A, la carrera es una prioridad

Enfocarte fuertemente en tu carrera no necesariamente es lo mejor porque puede afectar tu vida personal (salir de manera romántica es una pesadilla). Sin embargo, las personas Tipo A están dispuestas a sacrificar este aspecto de sus vidas para impulsar sus negocios y sus intereses.   

En efecto, son personalidades que dificilmente encotrarán espacio para «algo más» que no sea el deber. El problema es que como el mismo artículo lo menciona, la vida personal (entre otras areas, como la salud o el ocio) se convierten en obstáculos que de agregarse, generan angustia, por estar incumpliendo las obligaciones.


En todo caso en la mayoría de ocasiones, el conflicto es la imposibilidad de equilibrar entre las distintas areas de la vida, dando como resultado personas exitosas en los negocios o lo académico por ejemplo, pero fracasadas en sus relaciones interpersonales o sin tiempo «para ellas».

2. Para los Tipo A es difícil “despegar” el cerebro del trabajo

Nadie puede negar que tomar un descanso del trabajo es saludable, pero la mayoría de las personas Tipo A tienen dificultad para desconectar su cerebro por completo de sus obligaciones y proyectos. La verdad es que se relajan más estando en el trabajo. 

Lo anterior es un gran conflicto, la capacidad para regular las lineas y esquemas cognitivas (los pensamientos) y asociarlos y desasociarlos a voluntad es vital para la estabilidad personal. De igual forma las emociones se convierten en un gran coctel cuando una actividad converge tan intrusivamente en las demás areas de nuestra vida.

El que cumplir con «el trabajo» sea relajante, sólo es consecuencia de que «no hacer lo debido» se identifica como un estresor. Lo cual tiene matices y no siempre es así. Un finde semana en la playa por ejemplo es una gran excepción, y debería, por definición ser más relajante que «estar trabajando o en el trabajo».

3. Para los Tipo A, no hay nada mejor que una buena lista de pendientes

Tener listas de pendientes te permite poner en orden las tareas que debes realizar, tener orden mental y ser más productivo. De hecho, es una gran herramienta para ahorrar tiempo. Las personas Tipo A crean estos listados para todo. Es más, mientras escribo esto puedo ver mi propia lista de pendientes frente al escritorio. Las hacemos para atender los pendientes personales y las tareas del trabajo. Le copié este hábito a mi padre, quien hacia listas para TODO

TODO en exceso es malo, y si bien algunas estrategias conductistas buscan jerarquziar y organizar los «pendientes», tenerlos constantemente presentes es obsesivo, abrumador y quisquilloso. Organizativamente esta bien, sin embargo a nivel psicológico, los pendientes aumentan la exigencia, y la expectativa de realizarlos (a cabalidad) se convierte en una fallo racional de interpretación sobre la realidad.

En concreto, dado que la vida, sus variables e imprevistos, no funcionan bajo el esquema personal de «tu lista», la realidad no se adaptará a ella, haciendo cuando menos inútil gran parte de tu lista, y en la mayoría de los casos convirtiendola en un caldo de cultivo para futuras (y constantes) frustraciones.

4. Para los Tipo A, no hay retardo que valga

Las personas de este grupo entienden que el tiempo es el activo más valioso con el que cuentan los emprendedores. Siempre llegan a tiempo y esperan que los demás hagan lo mismo. Un profesor de la universidad una vez me dijo algo que nunca olvidaré: “Si llegas antes, llegas a tiempo. Si llegas tarde, mejor ni te molestes en llegar porque ya estás demostrando que eres un idiota irrespetuoso”. 

Básicamente se convierten a si mismas en una máquina, controladora, intolerante con las «no máquinas» que funcionan a otro ritmo. De nuevo, asimilar las varibles de la vida es una tarea dificil para éste tipo de personalidades, convierte a su realidad en un menú en el que creen que pueden elegir lo que quieren y como lo quieren y si no, se molestan, al principio con los demás y al final, siempre, consigo mismos.

5. Para los Tipo A es imposible perder el tiempo 

El concepto de “procrastinación” no cabe en la mente de los Tipo A. No entienden por qué podrían postergar algo que pueden cumplir ya. Dejar que las cosas se acumulen solo genera problemas a largo plazo, si algo puede ser atendido ya, tenla seguridad que los Tipo A ya lo están revisando. 

Cualidad muy apreciada en el mundo laboral, pero poco funcional en la vida adulta, la capacidad de postergación ha de ser aprendida por dos razones principales, estructura y respeto.

De éste modo, la personalidad tipo A, genera rasgos de imposición, ya que buscan que los demás trabajen a su tiempo. Y caracteristicas estructurales rígidas, donde la jerarquía la define la obligación y no la libertad, donde la diversión y el ocio no caben, y si es que existe un espacio para ello, es llenado por más responsabilidad para «aprovechar el tiempo».

6. Para los Tipo A nada es imposible

Si hay algo que físicamente se pueda cumplir, los Tipo A estarán confiados al 100% de que se logre. Tienen completa fe en su habilidad de lograr todo lo que se propongan. 

Encontramos de todos, quizá el primer punto que ésta bien, y que puede considerarse una cualidad en este tipo de personalidad, sin embargo, como se menciono la variante de la frustración convierte esta determinación y autoconfianza en una escalera constante de retos y competencias. En las que la fe, se convierte en ilusión, y ésta en obsesión.

La personalidad tipo A tiene como rasgo caracteristico la intolerancia a la frustración. Agente estresor por excelencia y que ademas provoca o bien sumas cuantiosas de autocastigos y pruebas para si mismos o acumulación de tensión que culmina con la renuncia y desesperanza.

7. Para los Tipo A, la perfección lo es todo

Nada irrita más a los individuos de este grupo que los errores. No es que pretendan ser perfeccionistas, pero tienden a serlo en la práctica porque algo menos que su absoluto mejor esfuerzo es inaceptable. Su persistencia les permite conseguir metas que muchos otros ya dieron por perdidas. 

La personalidad tipo A, se caracteriza por la intolerancia y la crítica hacia lo que no es suficientemente bueno, si bien la perseverancia y persistencia son cualidades resaltables, alimentarlas por los motivos inadecuados es erroneo. Justo aquello que no toleran lo cometen.

Pueden concluir midiendo a otros por sus fallos y errores, y despreciandose a si mismos por sus propias equivocaciones. Exigiendose demasiado y siendo obsesivos con un desempeño que al rayar lo perfecto recae en lo imposible.

Perseguir y conseguir metas que otros consideran perdidas, es en un plano medio (poco caracteristico en la personalidad A), una virtud de tenacidad. En la linea rígida y controladora, es una caracteristica de necedad y cerrazón.




8. Para los Tipo A, la planeación lo es todo

Para lograr una meta debes tener un plan definido de principio a fin. Mientras otras personas tratarán de hacer las cosas como vayan saliendo, los Tipo A tienen una estrategia sólida que siguen religiosamente. 

Segundo punto positivo, hacer las cosas en orden está bien. Sin embargo un punto medio entre la improvisación ante los imprevistos y el control de las variables siempre es lo más recomendable y realista para plantear.

Dos puntos complicados en la mayoría de personas con este tipo de personalidad, se definen en la última frase. Una estrategia sólida será demasiado meticulosa, demasiado individual y poco centrada en la realidad. Tanto que al final se convierte en cuestión de fe, de devoción y sacrificio el sistema de esfuerzos y desempeño que se plantea como plan o proyecto, que ha de «seguirse religiosamente» si no se quiere fallar o fracasar.

9. Para los Tipo A, no hay problema que no se pueda solucionar

Una de las razones por las que los Tipo A son tan buenos para resolver problemas es que confían en su habilidad para hacerlo, tanto así que son capaces de generar al menos un esqueleto de plan para cualquier cuestión en el mundo. Esta confianza les permite generar soluciones racionales mientras otros se frustran y abandonan. 

La personalidad tipo A, no se conformaría con un esqueleto del plan resolutivo. Ya que eso demostraría capacidades pero a la vez limitaciones. En realidad la personalidad tipo A posee ese rasgo de personalidad que provoca la frustración y el abandono. Se le conoce como competencia. Y es un afán constante de mostrarse a si mismos (y en ocasiones a los demás) como personas capaces y competentes ante las dificultades, misma competencia que al verse límitada, frustra y genera culpa internamente.

10. Para los Tipo A, la pasión es fundamental 

Cuando algo te apasiona, te es más fácil dedicar toda tu energía, alegría y tiempo. Las personas Tipo A no hacen las cosas “al ahí se va”. Su pasión les permite trabajar sin sentir que su esfuerzo es trabajo. 

Lo cual en concreto, pone en riesgo su salud. La mayoría de personas que padecen lo que se conoce como «burnout» sobre todo en el ambito laboral, coinciden en presentar el tipo de personalidad tipo A, o la mayoría de sus rasgos comunes.

Ser apasionado de algo y que el esfuerzo sea bien visto es adecuado y valorado laboralmente, sin embargo, se deben tener tiempos de descanso, por que si bien para la mente el esfuerzo puede ser incluso apasionante y motivante, para el cuerpo dicho desgaste puede ser incluso peligroso.

Existe una correlación comprobada entre los infartos (no asociados a una enfermedad cardiovascular) y la personalidad tipo A.

11. Para los Tipo A, la eficiencia es una forma de vida

Debido a las razones anteriormente listadas – siempre puntuales, perfeccionistas natos, valoradores del tiempo, planeadores – los Tipo A son extremadamente productivos. Siempre logran mayores objetivos en el menor periodo de tiempo. 

Nuevamente un elemento apreciado a nivel laboral y corporativo, incluso efectivamente un elemento comunmente encontrado en los llamados emprendedores. Pero que justamente por ser retroalimentado constantemente, se convierte en la «unica» forma de vida, y poco a poco deja de ser una elección para convertirse en una obligación más. Con su respectiva carga de exigencia y autocastigo. Con un sistema de recompensas mal establecido y que afecta constantemente otras areas de la vida de la persona (fuera de lo laboral y/o académico).

12. Para los Tipo A, la concentración es su arma




Cuando se trata de lograr cosas, las personas Tipo A se enfocan al 100%, sin importar otras cosas que estén pasando en su vida. La capacidad de bloquear distracciones y tener una concentración de rayo láser les permite no bajar el ritmo y conseguir lo inconseguible. 

Se le conoce como un fenomeno de abstracción selectiva. Y es mencionado como un error cognitivo. La atención específica en un tema genera falta de criterio y objetividad, además de presentarse cómo un rasgo más de la obsesión.

La concentración es adecuada cuando se tiene un equilibrio positivo entre los estimulos cognitivos y emocionales de nuestro entorno y de nuestro interior, de la actividad presente y las demás actividades (que efectivamente pasan a segundo termino momentaneamente) y que nos permiten sobre todo mantener una motivación repartida y no demasiado especifica.

La personalidad tipo A, genera personas insatisfechas, principalmente por tres motivos.

Nunca es suficiente, ni el esfuerzo propio ni el de los demás alcanza el grado de perfeccionismo que se busca y que les obsesiona. Terminan siendo victimas de su propia fantasía de lo ideal.

Son más sus frustraciones que sus satisfacciones. Los errores y los imprevistos son parte común de la vida. Si bien son aptos para conseguir bastantes logros, el tratar de meter TODO en su esquema rígido de expectativas y exigencias termina dejando gran parte de ellas sin cumplir y frustradas.




El precio es elevado. Al final conseguir exito social o económico, termina por valer poco cuando las relaciones personales, la estabilidad emocional, la salud física y en general la felicidad fueron el costo que se tuvo que pagar para «llegar a estar ahí».




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Sobre el Autor: FerAl65