PRINCIPIOS PSICODINÁMICOS

 

PRINCIPIOS PSICODINÁMICOS

Por Fernando Arrieta L.
 El punto de vista psicodinámico, el cual considera a los fenómenos psíquicos como la resultante de un conflicto entre fuerzas psíquicas opuestas. Resumiendo los Principios Psicodinámicos descritos por Lewin, el aparato psíquico es una división hipotética de la mente que se da en varios sistemas o instancias, constituidas por grupos de funciones que pueden conceptualizarse según los conjuntos de contenidos mentales, por ejemplo, los recuerdos, los pensamientos y las fantasías. Las tres instancias que lo componen son el ello, el yo y el superyó. Las cuales se encuentran dotadas de la energía psíquica capaz de actuar sintonizadamente u opositoramente; de ahí se origina el conflicto psíquico.
El ello, es la expresión psíquica de las pulsiones, es inconsciente y responde a la energía de los impulsos como procesos dinámicos, encargados de satisfacer alguna necesidad, si bien las necesidades llegan a ser conscientes el ello es incapaz de acceder directamente a la consciencia y su descarga se realiza a través de sus representantes. Como los pensamientos, los deseos, las fantasías, movimientos y acciones, y síntomas.
El yo, es una válvula que regula o se opone a las pulsiones, a través de diversos mecanismos defensivos, representa un mediador entre las pulsiones radicadas en el ello y las demandas del mundo externo. El yo, al contrario del ello, si posee funciones conscientes, como la percepción y la memoria, y también posee funciones inconscientes, algunas de las cuales, las más importantes además, serian los mecanismos de defensa.
El superyó, por su parte es el resultado de la internalización de las demandas de las normas morales de la sociedad, de las demandas del medio externo mencionadas arriba, más como un sinónimo de adaptabilidad. Este se desarrolla a través de la socialización y la identificación con los padres y otras figuras representativas o significativas en la infancia. Sus funciones psíquicas presentan una serie de expresiones manifiestas, tales como las actitudes acordes a la conciencia moral y el sentimiento de culpa. El superyó es una clara oposición a los deseos derivados de las pulsiones. Además cuando esta oposición es respetada se otorga como una recompensa o una protección, en forma de ideales o valores (el ideal del yo).

La conciencia por otra parte es un fenómeno completamente subjetivo, se maneja dentro del estado de alerta de las percepciones que se asimilan desde el mundo externo y del interior del cuerpo y de la mente. Cuando se impone la fuerza del superyó y los afectos y pensamientos no pueden ser permitidos en la consciencia, el yo los asimila pero los remite al inconsciente, este proceso se conoce como represión, la cual es entendida como un tipo de resistencia.

El inconsciente, está constituido por los contenidos y los procesos mentales que se entienden como incapaces de acceder a la conciencia debido a la represión. Es decir que el inconsciente está formado por las representaciones pulsionales de los deseos contrarios a las normas o al superyó. La organización que tienen dentro del inconsciente responde a una forma lógica no formal, la cual se origina en el proceso primario.
Los procesos primario y secundario, es el modo en que se descarga la energía y a su vez es un tipo de pensamiento. El proceso secundario es el encargado de los conceptos, tanto en el preconsciente como en la conciencia. Por su parte el proceso primario se refiere a un tipo de pensamiento primitivo, su meta es la realización de deseos, está dominado por la emociones y trabaja sobre imagines, realiza constantemente condensación, desplazamiento y simbolización.
La condensación, es el mecanismo de los sueños, mediante nuevos significados se consigue una reunión de componentes de varias representaciones en un solo elemento. La simbolización es una forma de representación indirecta, los objetos representados simbólicamente son partes del cuerpo o miembros de la familia; el desplazamiento  se refiere a un traslado del afecto, el interés o la importancia de una representación a otra.
La interpretación consiste en reformular los elementos antes mencionados, se refiere al proceso en el que se hace consciente todo deseo que se formula en el inconsciente y las modalidades defensivas desarrolladas para impedir su expresión directa. Todo ello, se define como un conflicto psíquico que representa la oposición de dos fuerzas psíquicas.  El conflicto implica un desequilibrio, cuya raíz o fundamento radia en el periodo del desarrollo sexual conflictivo que se ubique e identifique.
El desarrollo psicosexual se refiere a como el individuo atraviesa más o menos resueltamente una serie de necesidades y deseos referentes en principio a diferentes zonas corporales, oral anal, fálica y genital. Cuando en alguna etapa en especifico se intensifican dificultades o gratificaciones se desarrolla una fijación.
           Cuando el recurso de la represión no es suficiente para resolver las demandas contradictorias del mundo interno y el mundo externo, el yo desarrolla los mecanismos de defensa, algunos de los más importantes son los ya mencionados, como la represión, el desplazamiento, la condensación y la simbolización. Y algunos más complejos como la introyección, la identificación, el aislamiento, la negación, la anulación, la transformación en lo contrario y la sublimación.
Finalmente, el síntoma, es un resultado obtenido por las pulsiones reprimidas y los mecanismos de defensa que se emplearon por parte del yo para evitar que emergieran. Expresa, al mismo tiempo que encubre lo reprimido, lo cual genera la idea de una ganancia primaria. Sin embargo, esto se va dirigiendo a conseguir satisfacciones diferentes a la mera expresión, identificadas como ganancias secundarias.





GRACIAS POR LEERNOS








Guardar

Compartir

Catexias y contracatexias. (S. Freud)

 

COMPENDIO DE PSICOLOGÍA FREUDIANA
La dinámica de la personalidad


Por Cinthya H. Trejo Zámano

Catexias y contracatexias.
Las fuerzas impulsoras son las catexias y las controladoras las contracatexias. El ello solo tiene catexias mientras que el yo y el superyó también poseen contracatexias, el yo y el superyó se originan para contener las acciones imprudentes del ello. El yo y el superyó tienen sus fuerzas impulsoras propias.
El concepto de contracatexia se puede ver también como una frustración interna; mientras que la frustración externa no puede llegar al objeto meta, por razones sobre las cuales la persona no tiene dominio, es un estado de privación o de perdida, mientras que la frustración interna es un estado de inhibición interna. Freud observa que la frustración interna (contracatexia) no surge hasta que la externa le prepara el terreno, es decir, experimentar privación o pérdida ira antes de que pueda desarrollar controles internos. Si las fuerzas impulsoras son más fuertes que las controladoras, se llevara a cabo alguna acción o se hará consciente alguna idea, si las contracatexias superan en fuerza a las catexias se reprimirá la acción del pensamiento.
Por ejemplo, no recordar algo por que a la catexia de la huella mnémica se opone una resistencia o contracatexia, se dice entonces que tales recuerdos están reprimidos. Un recuerdo reprimido puede ser recordado reduciendo la fuerza de la contracatexia, o aumentando la de la catexia. Las contracatexias tienen el fin de proteger a la persona de la incomodidad y la ansiedad, la oposición de una contracatexia a una catexia, se llama conflicto interno o endopsiquico.
Todo proceso de la personalidad es regulado por la interaccion de las catexias y las contracatexias, a veces el equilibrio  entre ellas es tan marcado que un pequeño cambio en la proporción de la fuerza de la catexia respecto a la fuerza de la contracatexia significara una diferencia entre hacer y no hacer algo. Debido a estas fuerzas y su delicado equilibrio es extremadamente difícil predecir que hará una persona en una situación dada.
Consciencia e Inconsciente
En los primeros años del psicoanálisis el concepto de Freud, central en su teoría, era el inconsciente, este se convirtió en el ello, y la distinción estructural entre consciencia e inconsciente fue remplazada por la organización tripartita ello, yo y superyó. Mientras que la psicología del s. XIX se esforzó tratando de analizar la mente consciente, el psicoanálisis se ocupo de explorar la mente inconsciente. La psicología se convirtió en la ciencia de la conducta y el psicoanálisis en la ciencia de la personalidad.
La teoría psicoanalítica, conserva la consciencia y lo inconsciente como cualidad de los fenómenos mentales. El que un contenido mental sea consciente o no, depende de la magnitud de la energía, invertida en él, y en la intensidad de la fuerza de resistencia.
Las percepciones y los sentimientos son experiencias que le ocurren a una persona en el presente, los recuerdos y las ideas, por otra parte, son representaciones mentales de experiencias pasadas; para que las ideas o los recuerdos se hagan conscientes es necesario que se asocien con el lenguaje.
Freud diferencio entre dos cualidades de inconscientes. Lo preconsciente y el inconsciente propiamente dicho. Una idea o recuerdo preconscientes son los que pueden hacerse conscientes muy fácilmente, porque la resistencia es débil; un pensamiento o recuerdo inconscientes son más difíciles de hacerse conscientes por que la fuerza que se les opone es poderosa.
Como se requiere una concentración relativamente grande de energía para que un proceso mental adquiera, la cualidad de ser consciente, con tal fin, hay que desviar energía de otros procesos mentales.





GRACIAS POR LEERNOS




Compartir

DIFERENCIA ENTRE PSICOSIS Y NEUROSIS

 

DIFERENCIA ENTRE PSICOSIS Y NEUROSIS

Por Ramon Vasco V.
En su artículo Neurosis y Psicosis de l923, Freud expresa su primera teoría sobre la psicosis señalando que la neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo y su ello, en tanto que la psicosis, es el desenlace análogo de una similar perturbación en los vínculos entre el Yo y el mundo exterior. Más tarde, en 1924 en  La Pérdida de la Realidad en la Neurosis y Psicosis, describe las siguientes diferencias entre estas dos patologías, según el accionar de la represión y la desmentida:
NEUROSIS
PSICOSIS
El yo sofoca la moción del ello (reprime) sometiéndose a la realidad.
El yo, al servicio del ello, se retira de un fragmento de la realidad (desmiente).
Hay un hiperpotencia del influjo de la realidad.
Hay una hiperpotencia del ello.
Se evita la realidad.
Hay pérdida de la realidad.
La mera represión de la moción pulsional no constituye aún la neurosis dado que, si la represión es exitosa, no hay síntoma.
La desmentida del fragmento de la realidad ya es, en sí misma, patológica porque arranca al yo de la realidad.
Si fracasa la represión en un segundo momento, entonces sí, aparece la neurosis y el nexo con la realidad se resiente, particularmente en el sector ligado a la frustración que moviliza la represión.
El segundo momento tiene el carácter de una reparación de la pérdida con una realidad nueva (a través de alucinaciones, delirios, espejismos del recuerdo).
A partir de allí el segmento conflictivo de la realidad se evita.
El fragmento conflictivo de la realidad se rechaza pero luego se lo reconstruye activamente.
No desmiente la realidad sino que la deforma o la evita.
Desmiente y procura sustituir la realidad.
La angustia neurótica se produce por retorno de lo reprimido.
La angustia psicótica se produce por retorno de lo desmentido.
El acento está en el segundo paso: el fracaso de la represión. Si la represión es exitosa no hay patología (aunque sí un incremento del gasto de energía disponible en el aparato).
El acento está en el primer paso que sí es patológico y genera enfermedad.
La neurosis se apuntala en un fragmento de la realidad, distinto de aquel que lo frustra, prestándole un sentido secreto, particular y simbólico.
En la psicosis la nueva realidad reemplaza a la realidad anterior.
Compartir