MAYEUTICA Y HERMENEUTICA

MAYÉUTICA Y HERMENÉUTICA 

¿Estan relacionadas con las Psicología?

 Por Cinthya Trejo Z. y Fernando Arrieta L.
 
Lectores, antes que nada gracias por sus visitas, los invitamos a que dejen sus comentarios, respondiendo si estas dos corrientes filosoficas ¿estan relacionadas con la psicología? y ¿con que corriente o tipo de terapia es que se relacionan? Ya sea que se ocupen o se basen en ellas.
Asi mismo, los invitamos a que dejen sus comentarios en las otras entradas que existen aqui.
Un saludo.
Los administradores del Blog.
MAYEUTICA
Del griego maieutiké (arte de las parteras, arte de ayudar a procrear). La mayéutica es el método filosófico de investigación y enseñanza propuesto por Sócrates (aunque existen discrepancias respeto al origen). 
    Consiste esencialmente en emplear el diálogo para  llegar al conocimiento. Aunque Sócrates nunca sistematizó la mayéutica, podriamos destacar las siguientes fases en este método:

 

  • en un primer momento se plantea una cuestión que, en el caso del uso que  Sócrates hizo de este método, podía expresarse con preguntas del siguiente tipo ¿qué es la virtud?, ¿qué es la ciencia?, ¿en qué consiste la belleza?;
  • en un segundo momento el interlocutor da una respuesta, respuesta inmediatamente discutida, rebatida o retroalimentada por el maestro, por ejemplo con otra pregunta;
  • a continuación se sigue una discusión sobre el tema que sume al interlocutor en confusión; este momento de confusión e incomodidad por no ver claro algo que antes del diálogo se creía saber perfectamente es condición necesaria para el aprendizaje;
  • tras este momento de confusión, la intención del método mayéutico es elevarse progresivamente a definiciones cada vez más generales y precisas de la cuestión que se investiga (la belleza, la ciencia, la virtud);
  • la discusión concluiría cuando el alumno, gracias a la ayuda del maestro, consigue alcanzar el conocimiento preciso, universal y estricto de la realidad que se investiga (aunque en muchos diálogos de Platón no se alcanza este ideal y la discusión queda abierta e inconclusa).

      La idea básica del método socrático de la mayeutica consiste en que el maestro no inculca al alumno el conocimiento, pues rechaza que su mente sea un receptáculo o cajón vacío en el que se puedan introducir las distintas verdades, y rechaza ser el, el maestro poseedor de la verdad; para Sócrates es el discípulo quien extrae de sí mismo el conocimiento. Este método es muy distinto al de los sofistas: los sofistas daban discursos y a partir de ellos esperaban que los discípulos aprendiesen; Sócrates, mediante el diálogo y un trato más individualizado con el discípulo, le ayudaba a alcanzar por sí mismo el saber. 
    El arte de la mayéutica implica la teoría platónica de la reminiscencia pues al considerar al discípulo competente para encontrar dentro de sí la verdad debe suponer que el alma de aquél la ha debido conocer en algún momento antes de hacerse ignorante.

HERMENEUTICA


La hermenéutica (del griego ἑρμηνευτικὴ τέχνη, jermeneutiké tejne, ‘arte de explicar, traducir o interpretar’) es la interpretación de textos. En la filosofía es la doctrina idealista según la cual los hechos sociales y quizás también los naturales son símbolos o textos que deben interpretarse en lugar de describirse y explicarse.


El término hermenéutica proviene del verbo griego ἑρμηνεύειν (jermeneueien) que significa interpretar, declarar, anunciar, esclarecer y, por último, traducir. Significa que alguna cosa es vuelta comprensible o llevada a la comprensión. Se considera que el término deriva del nombre del dios griego Hermes, el mensajero, al que los griegos atribuían el origen del lenguaje y la escritura y al que consideraban patrono de la comunicación y el entendimiento humano; lo cierto es que este término originalmente expresaba la comprensión y explicación de una sentencia oscura y enigmática de los dioses u oráculo, que precisaba una interpretación correcta.

La hermenéutica significa también traducción, explicación, expresión o interpretación que permite la comprensión; se refiere a la interpretación de un texto, “la posibilidad de referir un signo a su designado para adquirir la comprensión. A veces se ha identificado con la exégesis, o con la reflexión metodológica sobre la interpretación. Actualmente, este término designa una teoría filosófica general de la interpretación.” Martínez Riu, Antoni y Jordi Cortés Morató. Diccionario de Filosofía Herder. Ed. Herder, Barcelona, 1996.





GRACIAS POR LEERNOS




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ÉTICA PARA AMADOR

Por Fernando Arrieta L.
Basado en un escrito de Aristoteles, Ética para Nicomaco. Fernando Savater nos otorga una pieza literaria, sobre qué es la ética.
Capitulo 1 – De qué va la ética
Savater comienza analizando a la naturaleza humana, define el comportamiento ante todas las situaciones y el lado que el raciocinio, del que “gozamos”, nos muestra. Es decir, que el ser humano es capaz de discernir, entre lo bueno y lo malo, entre lo conveniente y lo inconveniente, entre lo que se desea hacer y lo que no. Y como el dice: en fin, la libertad, que consiste en decidir.
Todo esto así a simple vista  se escucha bonito, al menos para mí; pero hay que reconocer que estos beneficios tienen sus condiciones. El ser humano debe seguir pautas establecidas, su criterio, sus deseos, en fin un contexto que desde el punto en el que se emplee necesariamente para vivir hasta el término, en el que se emplea para vivir bien; es el fundamento de la ética.
Capitulo 2 – Órdenes, costumbres y caprichos
En este capitulo se establecen unas diferencias fundamentales; como dice el  titulo entre las ordenes que recibimos del exterior, las costumbres que seguimos por comodidad, y las decisiones o caprichos que nosotros escogemos hacer incluso por que sí.
En general todas nuestras acciones se dividen en estos tres rangos, sin embargo como decidir entre que costumbre seguir y cual no, que orden obedecer y cual negarnos a realizar, que deseo cumplir y de cual abstenernos. En fin que nos conviene y que no. Que es lo “correcto” y cuando esta “bien”.
Por último agrega que si las ordenes y las costumbres vienen de fuera, y los caprichos de dentro, de nosotros mismos, es de estos de los que podemos elegir y controlar a nuestro gusto, y en general, para nuestro beneficio.
Capitulo 3 – Haz lo que quieras
Aclara el escritor, que hay que preguntarse mas acerca de estas ordenes, caprichos y costumbres, de las que se hablo. Que de este análisis surge el correcto uso de la libertad, y que siempre es obligatorio. De aquí se desprende aquel HAZ LO QUE QUIERAS, ya que finalmente, bien o mal, correcto o incorrecto, etc.; quien decide lo que hace es uno mismo aunque nos pese. Sin embargo, la eticidad de nuestras acciones depende de lo bien masticadas, es decir pensadas, que estén cuando las llevemos a cabo.
Junta los conceptos ética y moral, y obtiene aquel contexto que encausa nuestras acciones. Es decir define las costumbres y ordenes, que nos mueven, en resumidas cuentas, a ser o no ser; o más precisamente a Hacer o no Hacer.
Capitulo 4 – Date la buena vida
Fernando Savater vuelve a la palabra que parece clave, Libertad. En este caso para hacer lo que cada uno quiera, para dejar fluir nuestra calidad humana en cada decisión, en cada movimiento, en fin en nuestra vida. Pero entonces, cada acción, ya sea pensar, o actuar; no solo nos define sino que también es nuestra responsabilidad. Y de lograr moldear esta libertad y esta responsabilidad de una forma correcta, depende darse la buena vida.
Y que es, principalmente humanidad, o vida humana, con todo lo que esto conlleva, relacionarse con otros seres humanos que como uno se procuran la buena vida y nos la procuran a los demás directamente. Comportarse como humano no es más que tratar como humanos a los otros, en fin: darse la buena vida no puede ser algo muy distinto a fin de cuentas de dar la buena vida.1 Solo agregaría que no es más que conjugación verbal.
Capitulo 5 – ¡Despierta, baby!
Es una alerta, no podríamos tan siquiera considerar una buena vida, si no valoramos de lo que depende; de esas cosas que valen la pena en este mundo. Las personas que se logran comportar como humanos, es decir tratan en calidad de humanos a sus semejantes, se dan la buena vida. Pero buscar en las personas beneficios que las cosas simples (aparatos eléctricos, dinero, etc.) tan amablemente nos otorgan es tan nefasto como esperar recibir cariño de la televisión, o amistad de la computadora por muy divertidas que sean ambas.
Dar carácter esencial a ambas cosas, nos permite diferenciar entre un objeto y un humano. Y de esta diferencia, de sus beneficios naturales; pero del contexto que trae consigo, actuar como humanos entre nosotros se logra dar uno la buena vida.
Pensar en nosotros es vital, pero pensar en los demás es esencial; en resumen, la vida de cada individuo, por si misma no logra estar completa, sin la de los demás. Y, por lógica, es igual a viceversa.
 
Capitulo 6 – Aparece Pepito Grillo
Savater hace una recomendación muy importante, no debemos ser imbéciles, es decir carecer de sentido, de un bastón que nos impulse con cierta lógica a actuar con conciencia de las cosas. De lo que queremos, de lo que deseamos, de lo bueno y lo malo, de lo conveniente, y de lo necesario.
Esta nueva actitud, nos lleva al siguiente paso; a la conciencie plena de nuestra eticidad, o sea, nuestra libertad, y nuestra responsabilidad, lo que queremos y nuestro carácter humano.
Define así mismo 4 puntos trascendentales, para obtener conciencia, que en resumen son:
_ Sentirnos motivados para vivir bien, humanamente bien.2
_ Realizar lo que queremos y conscientizarnos si eso es lo que queremos, y si lo que queremos es lo que hacemos.
_ Discriminar las actitudes, como se dijo antes, que sean correctas, convenientes, y en fin morales.
_ Responsabilizarnos de nuestra libertad y asumir ese privilegio con conciencia lógica y humana.
Capitulo 7 – Ponte en su lugar
Tratar a los demás como humanos, en los anteriores capítulos Savater conduce este principio de modo que se entienda por que es importante, en este capitulo plantea en que consiste eso de tratar como humana a toda persona. Es sencillo simple y sencillamente es ponernos en el lugar de aquel otro individuo, y al mismo tiempo, intentar que se coloque en nuestro lugar, en otras palabras, logar que nos entienda y poder entenderlo, que haya comprensión, de nuestro modo de pensar o de actuar, etc.
Siempre que nos humanicemos y humanicemos a los demás lograremos comunicarnos de modo que el uno enriquezca al otro y viceversa.
Pero ponerse en el lugar del otro también es padecer lo que el padece, sufrir con lo que le aflige pero tomar nuestro papel arbitrario para acompañarlo y ayudarlo si es posible; entender los problemas de otro hombre nos abre la puerta del entendimiento de esa persona y de la más importante en el mundo, nosotros mismos.
 Capitulo 8 – Tanto gusto
Que es moral y que inmoral, aquí se describe como normalmente ambos términos están mal utilizados. Sobre todo el segundo, inmoral no es siempre lo que afecta a los demás, no principalmente al menos, sino lo que hacemos para perjudicarnos a nosotros mismos y que no sea lo normal, lo aceptado. Inmoral, no es darse gusto solo por que si; en general si es lo que de verdad queremos y no afecta a nadie, es lo mas ético que podemos hacer, lo mas plausible para darnos la buena vida. Y aquí entra de nuevo como en todo la libertad, como dijimos de darnos gustos, de disfrutar y de gozar, y la responsabilidad que cada uno adquiera el gozar, es complementaria con la que se adquiere si uno hace lo que quiere, es decir, decidir hacer tal o cual cosa, nos responsabiliza de las consecuencias, y, si lo hacemos en verdad solo por que queremos debemos observar tales consecuencias.
A conciencia, se vale disfrutar de la vida, de sus matices, y de lo humano de nuestra condición. Con pensarlo bien, en general se vale caso todo, con el único fin de ser felices.
Capitulo 9 – Elecciones generales
Savater habla en este último capitulo, de política. Entendida claro esta como los principios establecidos para buscar el bien para todos los individuos. Las elecciones de que “corriente” seguir son parte así mismo del intento de buscar una buena vida completa.
Así, termina dando las pautas de una buena política, con una base en la ética de la que se hablo antes además de las otras bases que por si solo conlleva. Determinar que una política es buena hasta donde se plantea en general, para el bien de todos y no de unos cuantos.
En fin, Savater concluye con la señalización, de que la justicia, es decir poner nuestros intereses al alcance de otros para entender los intereses de los demás; esta justicia de la que parte la ley, la política y el derecho, es primordial si lo que busca la política es también una buena vida para todos los ciudadanos.
Tendrás que pensártelo (epílogo)
Fernando Savater, luego de resumir la ética, de resaltar sus valores principales termina por definir la cuestión de la eticidad en cada individuo; la responsabilidad propia de buscarnos esa forma buena de vivir, de dejar vivir, y de disfrutar viviendo.
Y que esta, es no solo la mas importante y trascendental de las éticas, sino la única de la que se desprenden las demás.
Buscar nuestro bien es pues, parte nuestra libertad, nuestra responsabilidad, y nuestra obligación, y además la mejor forma de alcanzar una felicidad completa. No podemos negar nuestro carácter humano, lo tenemos para bien o para mal, pero aceptarlo y conocerlo nos permite conocer al humano general; luego conocernos a nosotros mismos, para poder después reconocernos en otros, y conocer en cada uno a otra persona. La única forma en que la vida valdrá la pena es hasta el punto en que no deje de serlo; con bien y mal, con sufrimiento y placer, con buena vida, pero vida al fin.
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TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA
HUME

Por Fernando Arrieta L.
David Hume, en esta parte de la obra parte del principio de las creencias, como percepciones asimiladas por la mente humana. Normalmente siempre que se pone en tela de juicio la demostración de algo es la intensidad o existencia de esta CREENCIA lo que nos obliga a defender lo que creemos y a ignorar  lo que no creemos.  

Aquí cabe destacar que las ideas que se han concebido conforme son reconsideradas e intentando afirmarlas pierden o aseguran su validez, es así que cierto pensamiento al ser sometido a nuevos y renovados juicios va a confirmar la creencia en él o lo va a desechar y desvanecer por completo. Además para Hume , lo más importante es la posibilidad de que por la creencia misma se añadan ideas y se conciban cosas que a partir de la primera representación, es decir que añadiendo una idea a otra, u otras, se cree en ello, cualquier cosa que se haya concebido.

La creencia es fundamental también para lograr la diferenciación del objeto, si añadimos los sentimientos, dicha creencia se verá afectada pero constituirá una forma elemental de la concepción de todo el entorno. Por eso es que una vez que se cree se basa el pensamiento en los sentimientos, la experiencia y demás y deja de depender de la voluntad; es de este modo que ejerce una gran influencia en las pasiones y la imaginación, dando como resultado por ejemplo que se crea que una cualidad pertenece a todo el conjunto de los objetos, o sea una creencia universal y que luego se busque diferenciar  estos objetos entre si, terminando con una creencia o concepción especifica.

Regresando al tema de los sentidos, las impresiones que estos tienen se dividen en tres géneros: figura, volumen, movimiento y solidez; colores, sabores, olores, sonidos, calor y frío, (los sentidos); y por último los dolores y placeres.

Por todo lo anterior, dice Hume, es que las creencias se ven encaminadas a ser  lo que son, únicamente basadas en lo que ya se ha aceptado y adquirido antes y en lo que, por ende, se cree. Esto es que sólo lo que se cree por experiencia o conocimiento real, es una creencia como tal, pero aún así los cambios o alteraciones del hecho en que se cree provocan percepciones incompletas, carentes de exactitud y mucho menos de principio.


De todo esto, e inevitablemente,  surge el escepticismo, que es la duda lógica de la misma creencia y la parte en la cual se cree en lo común (lo que nos dicta la creencia) pero no se puede dejar completamente de lado la “segunda” opción menos probable pero factible a fin de cuentas. De igual modo funciona el escepticismo dentro de los sentidos, y es contradictorio pero a la vez natural, dudar de nuestras propias percepciones por otras creencias contrarias, o por la duda probable y aquel porcentaje de improbabilidad y de error, la duda a fin de cuentas de que nuestros sentidos nos engañen.

Ahora Hume, habla acerca del alma; esa compleja y estructurada sustancia; que para el es sólo un compendio de percepciones reunidas en cada humano, pero que carecen de identidad alguna. Dichas percepciones son por ejemplo, el enojo, el dolor, la alegría, las sensaciones promovidas por los sentidos, y los pensamientos. Es decir que todo lo que puede conformar al alma, es sólo un conjunto sin naturaleza propia y en el mejor de los casos indefinida y por ende, sin identidad.    Esta conformación del alma de la que hemos hablado, es en principio según Descartes EL pensamiento, como tal se entendería que la posibilidad de pensar y formular por  lógica pensamientos realistas le da forma y estructura al alma; para Hume por ser cada pensamiento de una naturaleza distinta, seria como proponer que las percepciones particulares componen el alma, no pertenecen a ella, el caso es que regresando a lo que ya propuso anteriormente en este tratado Hume no puede evitar esta negación ya que los pensamientos ( que se supone conforman el alma) han de ser principalmente impresiones basadas en las percepciones razonadas que a su vez dependen como se ha dicho antes de las creencias que han ido formulando en mi opinión a la par de la conformación o la “identificación” del alma.
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