CRISIS E INTERVENCIÓN EN CRISIS

 

(Primeros auxilios Psicologicos)

Por Cinthya Trejo Z. y Fernando Arrieta L.
 
Para conceptuar este término pudiéramos definirlo como un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del sujeto para manejar situaciones particulares, con la imposibilidad de utilizar métodos acostumbrados para la solución de problemas, y obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Una persona que atraviesa por un estado de crisis se encuentra en una etapa radicalmente importante para poder o no continuar el curso de su vida. No importa qué tipo de crisis sea, el evento es emocionalmente significativo e implica un cambio radical en su vida. El individuo enfrenta un problema ante el cual sus recursos de adaptación (funcionales previamente o no), así como sus mecanismos de defensa usuales no funcionan o no son suficientes. El problema rebasa sus capacidades de resolución y por lo mismo se encuentra en franco desequilibrio. Como resultado de todo esto la persona experimenta una mayor tensión y ansiedad, lo cual la inhabilita aún más para encontrar una solución, generando una suerte de ciclo en el cual la persona inmersa es abrumada cada vez más.
Las crisis generalmente se producen por el surgimiento de dificultades en la propia evolución de la familia, del trabajo, de la pareja, de los amigos, o de la comunidad del individuo, las que implican trabas en la reorganización de las pautas personales frente a cambios en equilibro que existente o no, era percibido como tal por el sujeto.
La intervención llevada a cabo por los profesionales de la Salud Mental, puede ofrecer una ayuda inmediata para aquellas personas que atraviesan por una crisis y necesitan restablecer su equilibrio emocional. La intervención terapéutica resulta tan atingente como la de un paramédico cuando procede a proporcionar soporte de vida a un herido de gravedad.
Los métodos por los cuales se auxilian a las víctimas de una crisis a lograr su recuperación son conocidos genéricamente como técnicas de intervención en crisis, y generalmente se enmarcan hacia uno de los grandes grupos de intervención psicológica, Cognitivo Conductual, Humanista, Gestalt y más recientemente la Terapia Racional Emotiva, todas tienen en común un par de propósitos esenciales:
a) Restablecer la capacidad del individuo para afrontar las situaciones de estrés en las que se encuentra.
b) Proveer asistencia a estos individuos para reordenar y reorganizar su mundo social destruido.
¿Cuáles podrían ser los principios de una intervención en crisis?
  • Oportunidad: La terapia breve de urgencia con tiempo limitado, es el tratamiento que se elige en situaciones de crisis; el proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar el equilibrio después del incidente puede tomar en promedio de 1 a 6 semanas. Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo tanto para la persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil acceso. El énfasis en la oportunidad se calcula para reducir el peligro y, al mismo tiempo, para capitalizar la motivación del paciente para hallar un nuevo planteamiento para enfrentarse con las circunstancias de la vida.
  • Metas: Ayudar a la persona a recuperar un nivel de funcionamiento equilibrado que tenía antes del incidente que precipitó la crisis o potencialmente creativo que le permita superar el momento crítico.
  • Valoración: Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de cada una de los sistemas implicados en la crisis. La información acerca de qué está vulnerable en la vida de una persona se complementa con la información acerca de qué es aún funcional. Las fuerzas y recursos sociales pueden y deben utilizarse para ayudar a una persona a arreglárselas con la crisis. (En este acápite se hace imprescindible tener en cuenta el Perfil CASIC: Conductual, Afectiva, Somática, Interpersonal y Cognitiva)

Existen otros enfoques útiles para el abordaje del trauma y  las crisis emocionales con distintos matices, por ejemplo: los primeros auxilios emocionales y la psicoterapia breve, intensiva y de urgencia.
INTERVENCIÓN EN CRISIS: PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

Los cinco componentes de los primeros auxilios emocionales, se enlistan a continuación:

  1. Realización del contacto psicológico: Se define este primer contacto como empatía o «sintonización» con los sentimientos de una persona durante una crisis. La tarea primaria es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica cualquiera que sea el entendimiento que surja. Así mismo, se debe invitar a la persona a hablar, escuchar con atención lo que paso y la reacción de la persona ante el acontecimiento es importante, establecer lineamientos reflexivos, y así cuando los sentimientos están presentes de manera obvia desarrollar un breve perfil del usuario, de su situación y de como la percibe. Existen varios objetivos para la realización del primer contacto psicológico, el primero es que la persona sienta que la escuchan, aceptan, entienden y apoyan, lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de la ansiedad; el contacto psicológico sirve para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.
  2. Analizar las dimensiones del problema: La indagación se enfoca a tres áreas: pasado inmediato, presente y futuro inmediato. El pasado inmediato remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis. La indagación acerca de la situación presente implica las preguntas de «quién, qué, dónde, cuándo, cómo»; se requiere saber quién está implicado, qué pasó, cuando, etc. El futuro inmediato se enfoca hacia cuáles son las eventuales dificultades para la persona.
  3. Sondear las posibles soluciones: Se refiere a identificación de un rango de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después, identificadas de manera previa, se debe indagar sobre las soluciones propuestas por el usuario, sean factibles o no y poco a poco sugerir alternativas. Se lleva a la persona en crisis a generar alternativas, seguidas de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular, hacérselo ver como ajustes necesarios al usuario y no como la razón de claudicar.
  4. Asistir en la ejecución de pasos concretos: Involucra ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta, el objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación. El interventor tomará una actitud facilitadora o directiva en la ayuda al paciente para tratar con la crisis.
Seguimientos para verificar el progreso. Implica el extraer información y establecer un procedimientoque permite el seguimiento para verificar el progreso. El seguimiento puede suceder mediante un encuentro cara a cara o por teléfono. El objetivo es ante todo completar el circuito de retroalimentación, o determinar si se lograron o no las metas de los primeros auxilios psicológicos: el suministro de apoyo, reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo, se manejan como el encuadre que ha de ser un seguimiento voluntario por parte del usuario, de aproximadamente 6 u 8 sesiones más.
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