SEXUALIDAD EN LA NECESIDAD NEURÓTICA DE AFECTO

EL PAPEL DE LA SEXUALIDAD EN LA NECESIDAD NEURÓTICA DE AFECTO
Por Fernando Arrieta L.

 

Dentro de lo que podemos hablar que aporta la autora en este sentido, cabe resaltar la diferencia básica que plantea entre la importancia que Freud le da a la sexualidad en cuanto a motor que impulsa la búsqueda de afecto patológico, y la que de verdad tiene.
Principalmente la autora nos plantea que no se puede asegurar que en todas las ocasiones sea una libido insatisfecha la que alimente la necesidad de afecto en el neurótico, y viceversa, no siempre que se presente en un neurótico la búsqueda patológica de afecto esta se verá desligada por completo de la libido sexual, o más específicamente de la satisfacción o insatisfacción de la misma. Dicho de otro modo lo que nos proporciona la autora es la capacidad de discernir cuando está presente un componente libidinal en la necesidad neurótica que provoca la búsqueda de afecto, y cuando es esta misma necesidad la que provoca un componente hipo o hipersexual; y de hecho, a saber, cuando se presenta la necesidad neurótica de afecto sin ningún componente relacionado a la sexualidad, y cuando, en términos normales se ha de presentar la sexualidad individual desligada de cualquier atisbo de conducta neurótica por parte del sujeto.
Según el mecanismo dinámico de la neurosis que nos plantea el libro, puede la angustia generar la suficiente hostilidad como para que o el sujeto tienda a conseguir a través de la sexualidad el planteamiento de sus relaciones personales y tal vez, conseguir cariño. O puede la realidad sexual, o la dinámica de su sexualidad, provocar suficiente angustia como para generar en la persona la hostilidad necesaria para sentirse “necesitado” de afecto, y ya sea reforzar esta búsqueda con su sexualidad o creer que es a través de ella que busca el afecto.
Finalmente y me parece que un punto importante sería resaltar el hecho de que sin importar el orden, si es la búsqueda neurótica de afecto la que genera las características de comportamiento sexual, o si es el comportamiento sexual y sus cualidades las que generan y plantean el panorama para crear una necesidad patológica de afecto; lo trascendente es identificar la presencia o ausencia de conductas neuróticas ligadas cercana o distantemente a la conducta sexual.
También cabe destacar que los elementos neuróticos pueden verse reflejados en conductas que le den al terapeuta indicios para la designación de la presencia o no de características neuróticas en la conducta sexual del sujeto. La presencia de fantasías o comentarios más o menos erotizados dentro de la terapia podrían estar relacionados al despertar de la necesidad de afecto que se reclama al terapeuta por parte del paciente, nuevamente cabria identificar un componente neurótico en, por ejemplo, un deseo sexual reflejado en los sueños por parte de un paciente hacia su terapeuta del mismo sexo, sin confundirlo con tendencias identificadas homosexuales.
Por último, la autora nos habla  de tres grupos de individuos, en el primero de ellos, las personas que lo conforman se sienten inseguras, desprotegidas y descentradas cuando no tienen relaciones eróticas y no ven cercana la posibilidad de tenerlas. En el segundo, las personas son mas inhibidas y de verdad poseen escasas relaciones, pero tienen la necesidad de irradiar una atmosfera de intenso erotismo entre ellos y los demás como una defensa. Y finalmente el tercer grupo conformado por individuos en los que se presentan inhibiciones sexuales, pero que compensan con una enorme excitación sexual y compulsiones ligadas a generalizar en las demás personas los focos de su deseo sexual.





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LA NECESIDAD NEURÓTICA DE AFECTO

 

Basado en el Libro de K. Horney
Por Fernando Arrieta L.
Es fundamental la definición que se da a nivel cultural de las cuatro modalidades de afrontamiento de la angustia básica que desarrolla el neurótico. Nuevamente como se dijo en capítulos anteriores, la diferencia radica en si la conducta especifica es no solo aprobada sino requerida dentro de un marco referencial, dado por la cultura en la que el sujeto vive. Plantea de este modo que además las actitudes pueden ser similares y no se encuentra la neurosis en la realización o no de tal o cual actitud, sino en lo que provoca a la persona a conducirse de dicha manera; en el primer caso los motivos pueden ser variados, en el segundo siempre estarán relacionados con la angustia o con la hostilidad que esta provoca.
Parte de estas conductas mencionadas en la publicación La Estructura Básica de las Neurosis, son las encaminadas a obtener afecto y cariño de los demás, como medio para “olvidar” que se encuentra (el neurótico) solo y desprotegido en un mundo que le ataca y que es sumamente hostil. Intenta de este modo resguardarse en el afecto que alguien más le puede proporcionar como un medio de seguridad más que por el afecto por sí mismo. Es decir, como lo resume la autora al final del capítulo, que quien sea que se encuentre dominado por la angustia básica y como consecuencia de la misma requiera el cariño y el afecto de alguien más como un medio para protegerse, tiene muy pocas probabilidades de obtenerlo, ya que curiosamente se encuentra en una situación la cual la misma necesidad también impide la satisfacción de la misma.
También en este capítulo, se nos presenta la diferencia entre el amor o el afecto que se busca por el mero sentimiento y el amor o afecto que se busca como protección y en búsqueda de la seguridad no conseguida frente a la angustia. En este sentido mientras el amor no sería por sí mismo hostil, el afecto o amor buscado por el neurótico es hostil como medio de defensa, tal que el amor autentico permite y realiza críticas constructivas y pelea o lucha, desde el reconocimiento hasta la solicitud por sus intereses a partir del prójimo; por su parte el amor o afecto “neurótico”, realiza criticas como medio de conseguir la perfección y asegurarse así que el amor es real, pese a que esta misma realidad le provoca temor, asimismo realiza criticas basadas en la hostilidad y las actitudes defensivas ante un medio que no termina por entregarle afecto autentico desde su punto de vista, y las solicitudes que realiza tienden a ser impulsivas, indirectas y siempre provocando que el otro se acomode a la ventaja propia, prácticamente por la fuerza.
Me parece importante plantear aquí que el neurótico no está invalidado para recibir amor autentico, ni mucho menos para hacerlo reciproco, pero el amor autentico no sería o no podría ser reconocido como tal por el neurótico, y su reciprocidad seria respecto al amor que percibe, un amor dudoso, de una manera dada que el neurótico únicamente podría proporcionar un afecto receloso e inseguro, de ahí que dichos individuos crean que son incapaces de recibir afecto de los demás, y que piensen que dicha incapacidad radica en la indolencia de los otros más que en su incapacidad. A diferencia, la persona sana, es capaz de percibir el amor autentico, e incluso ante el falso, o el afecto conseguido por otros motivos, no recelaría del mundo en general, ni mucho menos generaría un nivel tal de angustia.
Finalmente dentro de las diferencias que nos enmarca entre lo que es amor y lo que no lo es, nos habla de lo que implica el que el neurótico busque exclusivamente la satisfacción de las necesidades personales sin importarle el prójimo, es de este modo una “inconsideración de la personalidad” del otro, de tal manera que las necesidades, deseos, desarrollo, defectos y virtudes de la otra persona quedan relegados a segundo término por ser además una persona que no importa lo suficiente más que para fines específicos. De este modo se genera una constante hostilidad ya que son naturales las inconsistencias, entre lo que debería satisfacer una necesidad y lo que no es capaz de proporcionar amor sincero, esta hostilidad podría poner fin a la relación de cariño y afecto que se había desarrollado por tomarla como “insostenible”, tal característica sería una muestra más de la existencia de cariño o afecto autentico.
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