DEPRESIÓN INVERNAL

Por. Cinthya Trejo

¿Alguna vez te has sentido “triste” en esta época navideña? ¿Te sientes irritable o sin ganas de hacer actividades comunes?

Durante esta temporada invernal muchas personas suelen pasar por un proceso complejo que va más allá de un momento de tristeza, y en ocasiones se desconoce el porqué de este cambio.

Este trastorno se definió como trastorno afectivo estacional el cual fue definido así en la década de los 80 por la Asociación Americana de Psiquiatría, y precisamente se da más frecuentemente en el invierno. 2 de cada 100 personas y tiene más ocurrencia en invierno debido a la disminución de luz solar.

La depresión invernal como tal se diagnostica si una persona padece síntomas de depresión mayor por dos años consecutivos durante el otoño o el invierno, y que estos síntomas mejoren o desaparezcan durante la primavera o el verano, síntomas que le impide a la persona seguir con su rutina normal y disfrutar su vida.  Hay que tener en cuenta que los síntomas de una depresión mayor también pueden estar relacionados con otras cosas, como mayor estrés en el trabajo, problemas de dinero o con la pareja, etc. y la depresión Invernal ocurre específicamente por la estación del año, es decir por el invierno así que las demás situaciones no suelen estar relacionadas, las personas con esta sintomatología  pueden presentar cambios en su apetito, más ganas de dormir y menos motivación para realizar actividades al aire libre.

Como lo mencionamos anteriormente diversos estudios realizados sobre el tema afirman como lo mencionamos anteriormente que este trastorno puede relacionarse con la disminución de la luz solar durante el invierno debido a que el ritmo circadiano (el ciclo sueño–vigilia) está regulado por relojes biológicos internos, entre ellos, las células de la retina que transmiten los cambios de la intensidad de la luz hacia una parte del cerebro, que controla varios de estos relojes. Así, la luz activa una serie de circuitos neuronales relacionados con la producción de la serotonina y la melatonina. De esta forma, cuando disminuye la emisión solar, los niveles de serotonina (asociada a la depresión) son menores.

También se habla de otros factores que pueden hacer más probable el trastorno afectivo estacional (TAE) abarcan: La temperatura corporal, los genes y las hormonas.

En México, en esta época del año los días duran aproximadamente once horas, y la incidencia por este trastorno es mucho menor que en Europa donde el día dura 7 horas.



Entre los síntomas que se pueden presentan se encuentran los siguientes: tristeza profunda y ansiedad, pesimismo, sentimientos de culpa o impotencia, irritabilidad y desasosiego, pérdida de interés en actividades que antes solía disfrutar, aislamiento social, cansancio y disminución de energía, dificultad para concentrarse y recordar detalles, cambios de peso, insomnio en unos casos y exceso de somnolencia en otros, y pensamientos suicidas en algunos casos.

Es importante hacer caso a la sintomatología y al periodo en que se presenta ya que ayudará diferenciar entre depresión y tristeza o nostalgia. La sensación de tristeza que regularmente se da en la época navideña es muy distinta a un trastorno, se trata más bien de un estado de ánimo.

Esta tristeza se asocia a los procesos de cierre de los ciclos de vidatérmino de un año donde las personas reflexionan sobre lo que han logrado, sus metas alcanzadas, logros y pérdidas. El 44 por ciento de la población padece síntomas de ansiedad, depresión o tristeza en Navidad, especialmente aquellas que han perdido a un ser querido, que están afrontando un proceso de separación o que tienen problemas económicos.

La mayoría de personas que presentan este trastorno tienden a sentirse incomprendidos por parte de sus familiares y amigos, quienes suelen desconocer que los síntomas de las personas con trastornos del estado de ánimo se agravan durante las fiestas navideñas.

Si al llegar las fiestas sientes apatía, no tienes ganas de hacer nada, te sientes obligado a estar de buen humor puede ser el inicio de un proceso depresivo o en menor medida sólo sentimientos de tristeza que podemos intentar manejar  por nuestra cuenta. Si se sospecha de una depresión como tal es importante buscar ayuda profesional y no restarle importancia.

Si detectas que sólo es un estado de ánimo pasajero y no un trastorno las recomendaciones siguientes podrían funcionar para sentirse mejor:

  1.  Organízate con tiempo, organizar los eventos puede ser otra especie de celebración o acontecimiento para disfrutar en familia. No importa que todo este perfecto si no pasar tiempo de calidad.
  2. Dedícate tiempo a ti mismo/a.La navidad también puede ser buen momento para ti, para mimarte, para hacer algo que te haga ilusión.
  3.  Analiza tus pensamientos y modifícalos por otros más objetivos si es necesario. No es obligatorio estar feliz en Navidad y que está época elimina o soluciona los conflictos, lo cierto es que a pesar de ellos podemos estar con las personas queridas con un estado de ánimo saludable para ti mismo.
  4.   Busca compañía y permítete ser activo Un simple paseo al aire libre te ayudará con tu estado de ánimo.
  5. Cuando un ser querido no está,es normal echarle de menos y sentirnos tristes siempre que nos permita seguir con nuestras actividades.

Sin embargo si el malestar persiste o es demasiado intenso, lo aconsejable es consultar con un especialista para hacer un diagnóstico adecuado y recordar que independientemente de la fecha cuidar nuestra salud emocional es de suma importancia.


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LO QUE EL SISMO SE LLEVÓ

SOBRE EL SISMO DEL 19 DE SEPTIEMBRE DE 2017 EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Un martes, hace ya varios días, no sólo se sacudió la tierra sino nuestra existencia. El sismo nos arrebató con cada violenta afrenta nuestra tranquilidad, el sismo se llevó lo que dábamos por hecho y nos trajo lo que no queríamos recordar.

El sismo se llevó la desidia y la indiferencia, se llevó nuestra apatía. Arrebato de un tajo la inocencia de una juventud que, decían, se refugiaba en la tecnología. Se llevó nuestros temores e inseguridades, y gran parte de nuestras diferencias. El sismo nos arrebató de donde estábamos para ponernos de trancazo en la realidad. Nos quitó, nos quitamos el polvo y echamos a andar. El sismo nos arrebató la idea de que no podríamos continuar.

El sismo se llevó nuestras ideas, amancilladas, equivocadas. Nos arrebató la idea de que la corrupción sólo es “un asunto cultural” para demostrarnos que es capaz de matar. El sismo nos quitó la idea de que no somos capaces de grandes cosas, de que el de al lado no vale tanto como nosotros.

Para los mayores, el sismo se llevó sus temores sobre si fueron buenos padres, sus hijos demostramos que nos enseñaron bien. El sismo les arrebato a sus hijos por unos instantes, para que se los prestaran a la nación. Para los que vivieron el sismo anterior, este les arrebato recuerdos vagos y los sustituyo con imágenes actualizadas en alta definición, el sismo les quitó el miedo de que volviera a pasar, porque pasó.

El sismo nos quitó el cuidado y la cautela, porque son insuficientes sin la prevención.

bandera sismo mexico

El sismo se llevó los escritorios y cubículos, los títulos y diplomas, en la calle si servías de algo, bastaba con que lo supieras hacer bien. El sismo se llevó la prepotencia del pueblo, y se llevó la falsa humildad de los políticos.

El sismo arrebato las máscaras con que enfrentamos nuestro día a día y le quito a nuestros gobernantes la facha de intocables. El sismo nos quitó el miedo a estar solos y el miedo a unirnos. Nos quitó el sueño, y los sueños donde caminamos solos, y estamos aprendiendo a soñar despiertos, y a soñar que es México el que camina con nosotros.

Lo que el sismo se llevó se cuenta por millares, y duele como 369 golpes en el alma, pero nos dejó, después de 80 segundos nos dejó, otra oportunidad.

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DATOS SOBRE EL SUICIDIO

Esta entrada no es una revisión teórica ni un análisis del tema. Sólo plantea ponerle números a una situación que embarga a la población mundial, con ciertas comparaciones que permitirán dimensionar el problema al que nos estamos enfrentando, y que en los últimos años ha tenido un incremento de casi el 60%.

“Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. El suicidio se puede producir a cualquier edad, y en 2015 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.” (OMS, 2017).

Más de la tercera parte de los suicidios durante el año pasado ocurrieron en países de medio y bajo nivel de desarrollo. Ello significa que 3 de cada 4 suicidios se cometen en países donde los sistemas de prevención social y de atención a la salud suelen ser implementados de manera poco eficiente. Hay una merma además para el registro de los comportamientos suicidas a nivel gubernamental, ya que sólo el 60% de países cuenta con modelos de registro que permiten estimar las tasas reales de suicidio en el mundo.

Revisemos los números.

La cantidad de suicidios anuales (800 000), es equiparable a la población total de ciudades como Chihuahua (México), Valparaíso (Chile) y Hannover (Alemania).

Por cada suicidio de una mujer, se presentan cuatro de hombres. Cifra similar a la distribución que presenta el consumo y abuso del alcohol.

Cada día se suicidan alrededor de 3000 personas, esto es casi el doble de médicos egresados de la Facultad de Medicina de la UNAM en 2016. Y es el equivalente a la cantidad de víctimas del atentado terrorista del 11 de Septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Unos de cada 20 intentos de suicidio se consuman, es decir que por cada 100 personas que intentan suicidarse 5 lo logran. La población mundial con asma sigue la misma distribución, 5 de cada 100 personas en el mundo sufren de asma.

La tasa de suicidio anual es de 16 por cada 100,000 personas, lo cual puede parecer poco es “apenas” el .016%, sin embargo, podemos verlo de este modo, sería como si 16 empleados del total de personas contratadas a nivel mundial por Google o Amazon se suicidarán. Supondría por ejemplo un conflicto importante y de dimensiones graves para la empresa.

Revisemos ahora los datos en México, según reportes del INEGI, en México anualmente suceden alrededor de 5000 suicidios, la misma cantidad de personas que fueron rescatadas del campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Y siguiendo con la comparativa proporcional respecto a ciertas empresas, es el equivalente al total de empleados de FedEx México.

La proporción de suicidio en México entre hombres y mujeres sigue la norma mundial. En 2011 más de cuatro mil suicidios de hombres por poco más de 1000 suicidios de mujeres. La misma cantidad de personas que mueren al año por influenza en países como Argentina y España. Por su parte los más de mil suicidios femeninos representan el equivalente a muertes diarias por consumo de tabaco en toda América Latina.

Del total de suicidios aproximadamente 3 mil casos se presentaron en personas entre 10 y 34 años, esto equivale al aforo total del Teatro Metropolitan en la Ciudad de México.




3 de cada 4 personas que se suicidaron recurrieron al método del ahorcamiento, mientras que los “recursos” utilizados en segundo y tercer lugar fueron armas (disparos) y envenenamiento (con fármacos o sustancias tóxicas). Es decir que casi mil personas al año en México están decidiendo por una amplia serie de variables, tirar de un gatillo en contra de si mismos o consumir un fármaco o sustancia con el objetivo de terminar con su vida. La misma cantidad de personas que hicieron posible en conjunto con la NASA la transmisión televisiva de la llegada del hombre a la luna.

Por último, en México aproximadamente 280 personas intentaran quitarse la vida al día, consiguiéndolo 14. La cantidad de intentos de suicidio diarios es semejante a la cantidad de nacimientos por hora en el país.

Para el año 2012 y hasta el registro de 2015, la cifra de suicidios representa una de cada diez muertes por causas violentas (accidentes, asesinatos y delincuencia organizada). Lo que representa la misma tasa de mortalidad por tabaco, donde una de cada diez es a causa de la exposición al humo del mismo.

Con estas cifras, reflejadas en otros contextos, la intención de esta entrada es concientizar a la población de la incidencia real de un tema de salud tan delicado como lo es el suicidio.

Por ejemplo, al pensar que al ir a un concierto en el teatro Metropólitan de la Ciudad de México el aforo de ese día, la gente que disfruto el concierto, animada y feliz, equivale a la cantidad de personas menores de 34 años que decidirán quitarse la vida ese año.

Pensar que fue una fortuna para más de 5000 personas ser rescatadas del campo de concentración para judíos en el Holocausto, y que la misma cantidad de personas se quitarán la vida en un año en México.
Que una empresa, que ha trabajado tanto por el bienestar laboral como lo es Google, pudiera perder a 16 de sus empleados durante un año a causa del suicidio, y que mientras cerca de 300 niños nacen en una hora en el país, la misma cantidad de personas ese día tomo la decisión de suicidarse (aunque solo el 5% lo haya conseguido).
Si bien son casos puestos de manera teórica, es difícil que justo los 16 suicidios ocurran en la misma empresa o que sea la mitad de personas que asistieron a un evento ene l auditorio nacional, las mismas que decidan suicidarse en un año. Lo importante es acotar que el suicidio es un problema presente, tangible y prevenible, asumiendo que cada persona que conocemos, cada persona que conocimos o que conoceremos, e incluso nosotros mismos podemos pasar por una situación que lleve a considerar como una alternativa viable para un problema temporal al suicidio, aunque sea una opción radical y obviamente permanente.


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Trastornos alimenticios

Por Cinthya H. Trejo

En México así como en otros países el problema de la salud alimenticia es un tema de interés que en ocasiones no se toma muy en serio, la relación de las personas con la comida va más allá de una simple ingesta de esta para la supervivencia del ser humano, la comida en todas las culturas y para los seres humanos en general se relaciona con el estado emocional de las personas, el estilo de vida, la cultura etc., entre otros factores que a la hora de seleccionar e ingerir los alimentos serán factores para la toma de decisión de hábitos saludables respecto a esta.

Por ello iniciaremos por conocer que es un trastorno alimenticio­, este término hace mención a las enfermedades mentales que causan alteraciones serias en la dieta diaria de una persona y que pueden manifestarse comiendo pequeñas cantidades de comida o comiendo excesivamente. La condición puede comenzar modificando ingenuamente las cantidades de comida consumidas, pero en realidad esto poco a poco asume el control la rutina de una persona ya que la lleva a cambios severos en sus hábitos de la vida diaria.

Estos trastornos son causados por una serie de factores entre los cuales se encuentran el estado emocional, la personalidad y factores psicológicos del individuo. Las personas que los padecen, al presentar un miedo intenso a ganar peso, dejan de comer y en otros casos se descontrolan presentando atracones, seguido de vómitos auto provocados.

Se caracterizan principalmente por períodos o hábitos incontrolados e impulsivos de ingesta de alimentos más allá de límites razonables, las víctimas del trastorno sufren graves perturbaciones en sus comportamientos alimenticios inherentes a pensamientos y emociones, así como cambios en su peso; puede afectar a hombres y mujeres, presentándose más comúnmente en ellas. A menudo, suelen iniciar en edades comprendidas entre los 12 a 35 años y por lo general pese a que puede presentarse a cualquier edad existe una tasa alta de adolescentes que inician con estos trastornos, aunque incluso en la niñez puede padecerse. El peso corporal puede variar de desnutrición, bajo peso, peso normal o adecuado, hasta obesidad leve, moderada o grave.

Muchas son las causas que pueden llevar a una persona a padecer alguno de estos trastornos, sin embargo, los factores psicológicos, sociales e interpersonales tales como baja autoestima, sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida, depresión, ansiedad, enojo y soledad, relaciones personales y familiares problemáticas, dificultad para expresar sentimientos y emociones, haber sufrido burlas basado en su talla o peso, historia de abuso físico o sexual, presiones culturales, definiciones muy concretas de belleza (estereotipos), normas culturales que discriminan o valorizan en base a la apariencia física, entre otras pueden ser causa para iniciar con estos padecimientos.

Entre los trastornos alimenticios como tales clasificados encontramos la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón, los cuales son de suma importancia y pueden ser igualmente graves, incluso pueden llevar a la muerte. A continuación, describiremos las características de cada uno en términos generales:

Anorexia: Es la pérdida del apetito para perder peso de forma rápida mediante la restricción de la ingesta de alimentos (usando muchas veces laxantes o diuréticos), especialmente aquellos alimentos que contienen muchas calorías. Se caracteriza por tener una resistencia a mantener el peso por encima de las medidas mínimas recomendadas para la edad y la altura, aquellas personas que sufren anorexia sienten un miedo real a engordar y tienen una imagen distorsionada tanto de las dimensiones como de la forma de su cuerpo. Evitan a toda costa una alimentación que consideran excesiva y están al pendiente de el contenido calórico de los alimentos. Cuando llegan a ingerir cantidades de comida considerables sienten culpa.

Bulimia: En el caso de la bulimia, quien la padece tiene la necesidad y acción incontrolable de comer en exceso llegando los atracones de comida, seguidos normalmente de purgas (autoinducción del vómito), mal uso de laxantes, enemas, o medicamentos que producen un incremento en la producción de orina, ayuno o ejercicio excesivo para controlar el peso. El diagnóstico de la bulimia se puede dar en el período que la persona recurre a los atracones y a la purga de manera regular, al menos dos veces por semana, durante un par de meses.

Tanto la anorexia como la bulimia son muy parecidas, sin embargo, regularmente las personas anoréxicas suelen ser muy flacas y tener un peso inferior al normal. Por el contrario, las personas que son bulímicas pueden tener un peso normal o estar un poco excedidas en su peso.

Trastorno por atracón: Se caracteriza por episodios de ingesta compulsiva de comida de forma recurrente, en este trastorno alimentario la persona que lo padece consume con reiteradamente grandes cantidades de comida y siente que ha perdido el control durante el atracón. Posterior a la ingesta de comida, la angustia y la preocupación por el peso suele aparecer. La persona siente periódicos deseos de ingerir alimentos de forma descontrolada (en ocasiones, sobrepasando la ingesta de 6000 calorías diarias), pero, a diferencia de la bulimia, no busca contrarrestar el atracón provocándose el vómito. En la mayoría de los casos, existe a la par un de aumento de peso e incluso de obesidad.



Los tres trastornos antes descritos dejan secuelas muy riesgosas tales como el hambre, el insomnio, el estreñimiento, la dificultad para concentrarse o pensar de forma clara, la depresión, sensación de frio, deshidratación severa, huesos frágiles, disminución anormal en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, músculos débiles llegando a resultar un gran esfuerzo el hacer cualquier cosa, cabello y piel secas (la pérdida de cabello es común), crecimiento en todo el cuerpo de una capa fina de vello conocido como lanugo que se despliega ante el esfuerzo de conservar el calor corporal.

Si la persona se induce el vómito puede provocarse ácido del estómago que posteriormente disuelve el esmalte de los dientes, pueden presentar hinchazón en su rostro (debido al agrandamiento de las glándulas salivares), latidos cardíacos irregulares, debilidad muscular, daño renal, convulsiones epilépticas.

En cuanto al uso de laxantes estos causaran, dolores intestinales persistentes, dedos hinchados, lesiones en los músculos intestinales que pueden conducir a estreñimiento crónico.

La persona también puede presentar presión arterial alta, niveles altos de colesterol, enfermedad cardíaca como resultado de los niveles elevados de triglicéridos, diabetes mellitus tipo II, enfermedades de la vesícula biliar. (Estos últimos presentándose en el caso del trastorno por atracón).

Debido a todas estas complicaciones derivadas del padecimiento de estos trastornos es importante tener acceso a información que nos ayude en la búsqueda de herramientas asertivas para nuestro plan de alimentación que aunque no se da mucha importancia es de vital atención. De otra manera estaremos en riesgo de padecer alguna enfermedad ya sea psicológica o física que se relacione al tema de la comida.

Las personas con un trastorno de alimentación requieren un tratamiento psicológico en cual tendrá la finalidad de que el paciente aprenda a controlar el impulso a comer, comer adecuadamente y adquirir herramientas para dar solución a las situaciones emocionales relacionadas, directa o indirectamente, con la aparición y el mantenimiento de los problemas psicológicos tales como la ansiedad, depresión, insatisfacción, etc. Los cuales pueden mantener el problema.

Los proveedores de salud comprometidos en el apoyo de estos trastornos incluyen a psiquiatras, psicólogos, médicos y nutriólogos, sin embargo, el papel de la red de apoyo familiar, de amigos etc. también puede ser pieza fundamental. El tratamiento incluye por tanto la educación y seguimiento de la dieta, las intervenciones psicológicas y tratamiento de dolencias tanto físicas como mentales. Así que siempre habrá que tener en cuenta que si nos sentimos en riesgo o alguien que conocemos lo está, es importante pedir ayuda inmediatamente, con el fin de que el problema no se agudice, y tengamos una vida saludable.



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VIOLENCIA DE GÉNERO: FEMINICIDIOS

 

VIOLENCIA DE GÉNERO: FEMINICIDIOS

Por Cinthya Trejo Z.

Para comenzar aclararemos que el término feminicidio hace referencia a un tipo de homicidio específico en el que un varón asesina a una mujer joven o niña sólo por ser de sexo femenino. A diferencia de otros tipos de asesinato, los feminicidios algunas veces suelen ocurrir en el hogar como consecuencia de la violencia de género y también se categorizan dentro de los crímenes de odio.

Este término está en disputa ya hay quien afirma que incluye cualquier asesinato cuya víctima sea una mujer, independientemente del género de quien lo cometa o de cuáles sean sus motivaciones.

Sin embargo, realmente es la manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia mujeres y se produce como consecuencia de cualquier tipo de violencia de género, como pueden ser las agresiones físicas, la violación, la maternidad forzada o la mutilación genital y por tanto es importante identificar lo como un problema social a resolver y dar prioridad.


 

Entre los tipos de feminicidio se distinguen dos categorías principales, el feminicidio íntimo, que es cometido por una persona con la cual la víctima tenia o había tenido una relación sentimental (esposo, exesposos, novios, amantes, etc.) y el feminicidio no íntimo, que es cometido por una persona o un grupo de personas que no ha tenido ninguna relación sentimental con la víctima, ni se encuentran unido a la misma por un vinculo de parentesco.




Sin embargo, también se subclasifican en los tipos que ahora mencionaremos:

Feminicidio infantil:  Es el cometido en contra de una menor de 14 años por un adulto en su condición de tutor/cuidador, en situaciones de confianza, responsabilidad o de poder que ejerce sobre la minoría de edad de la víctima.

Feminicidio familiar: Es el crimen cometido en el seno familiar, es decir donde existe parentesco entre el asesino y la víctima ya sea por afinidad, consanguinidad o situación de adopción.

Feminicidio por conexión: En este tipo de feminicidio la mujer es asesinada en el escenario donde se le da muerte a otra mujer pudiendo ser esta amiga, pariente o por encontrarse en el lugar de los hechos al momento.

Feminicidio por prostitución: Es el asesinato de una mujer que ejerce la prostitución. Este se comete por uno o mas hombres generalmente motivados por la misoginia hacia las mujeres que ejercen dicho oficio y muchas de las veces justificándolos diciendo que la víctima “se lo buscó”  cargando dichos asesinatos de odio y estigmatización social.

Feminicidio por trata: Se entiende por trata a la captura, transporte y recepción de mujeres y niñas recurriendo a la fuerza: secuestros, raptos, abuso de poder u obtención de beneficios con el fin de obtener el permiso o el consentimiento de las víctimas para explotarlas sexualmente la mayoría de las veces, en otras para insertarlas a trabajos forzados, esclavitud, prostitución, servidumbre y algunas veces para el negocio de tráfico de órganos.

Feminicidio por tráfico: La ONU señala como tráfico a la entrada ilegal de una persona en un país donde no es nacional ni residente permanente, se da cuando asesinan a mujeres introducidas en un país en dichas condiciones y con las cuales se han obtenido beneficios materiales o financieros antes de darles muerte.

Feminicidio transfóbico: La víctima de este tipo de feminicidios es asesinada a causa del odio y del rechazo por su condición de mujer transexual

Feminicidio lesbofobico: Se le da muerte a la mujer victima de este feminicidio por el rechazo y el odio que su orientación sexual causa entre sus agresores.

Feminicidio racista: Cuando una mujer es asesinada por el odio o rechazo a su etnia o por sus rasgos fenotípicos.

Feminicidio por mutilación genital femenina: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define mutilación genital femenina como la extirpación parcial o total de los órganos genitales femeninos externos, así como también a cualquier otra lesión no medica causada a estos. Existen varios tipos de mutilación genital femenina: Clitoridectomía (extirpación parcial o total del clítoris). Excisión (mutilación total o parcial del clítoris y los labios menores) Infibulación (estrechamiento de la abertura vaginal y la reubicación de los labios menores). Si la niña o mujer muere durante uno de estos procedimientos se considera como un feminicidio por mutilación genital femenina.

Feminicidio como crimen internacional: Es un término utilizado dentro del Derecho Internacional y es responsabilidad y jurisdicción del estado en donde se cometen feminicidios como genocidios y feminicidios como crimen de guerra.

Feminicidio sexual sistémico: Es cuando las mujeres son raptadas, violadas, torturadas y asesinadas por hombres y en el cual arrojan sus cuerpos semidesnudos en bosques, fosas comunes, terrenos baldíos, vías de tren, etc.

Feminicidio sexual sistémico organizado: Al igual que en el anterior, las niñas y mujeres son violadas y torturadas antes de ser asesinadas pero se diferencian en el tratamiento del cadáver ya que, estos no son abandonados como en el feminicidio sexual sistémico.

Feminicidio sexual sistémico desorganizado: En este, la violación y tortura no necesariamente esta presente antes del asesinato de las niñas o mujeres, pero sus cuerpos si son abandonados en hoteles o en el interior de sus domicilios.

En muchos casos los agresores habían sido antes denunciados e incluso algunos de ellos estaban con medidas precautorias de no acercarse a la mujer y, sin embargo, llegan a cometer ese delito casi quedando en impunidad explicó Nieves Rico, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Fue en 2007, con la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, cuando se definió por primera vez la violencia feminicida, que se encuentra penada con entre 20 y 60 años de cárcel, que se agravan si entre el asesino y la víctima existió una relación sentimental, afectiva, de parentesco, laboral o docente, sin embargo, en México son asesinadas 6 mujeres cada día.

La violencia ejercida contra la mujer es un problema que obedece a estructuras jerárquicas patriarcales que reproducen una cultura donde las mujeres son vistas como objetos desechables y maltratables.

Cuando se nombra la palabra feminicidio; hablamos de un fenómeno visibilizado durante milenios, de un hecho normalizado desde los inicios de la sociedad humana global. El asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres cometido por hombres, la definición más básica y que debería aparecer en los diccionarios; es tan difícil de comprender y de asimilarse socialmente que nos vemos en la necesidad fáctica de situarlo en el centro mismo de la barbarie.

El asesinato de las mujeres no se distingue entre países del norte o del sur, ni clases sociales, ni origen étnico. Si no es cuyo impacto planetario se manifiesta con sus particularidades en cada sociedad y que aún hoy, en ciertos contextos, intenta ser silenciada y desmantelada por el discurso dominante: patriarcal, androcéntrico y misógino.

Es claro que la cultura machista en la que vivimos fomenta y hace invisible este tipo de situaciones de violencia, ya que se comienza a ver como una normalidad que existan este tipo de atrocidades, la percepción de ello se hace hábito para un país donde las conductas violentas y la desigualdad de género es lo normal.

Habría entonces que trabajar en una educación emocional que fomente la igualdad, una educación donde los niños aprendan a verse como iguales independientemente del género y donde sus padres y familia sean un núcleo donde existan emociones positivas, conductas de igualdad, relaciones no violentas desde padres e hijos y así poder formar una sociedad donde lo aprendido muestre que lo normal es tratar a cualquier humano de manera respetuosa.

Los estragos psicológicos de las víctimas de la violencia de género, de sus familias y de la sociedad hacen urgente que se modifique la mentalidad de toda una sociedad iniciando ya mismo


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