MAYEUTICA Y HERMENEUTICA

MAYÉUTICA Y HERMENÉUTICA 

¿Estan relacionadas con las Psicología?

 Por Cinthya Trejo Z. y Fernando Arrieta L.
 
Lectores, antes que nada gracias por sus visitas, los invitamos a que dejen sus comentarios, respondiendo si estas dos corrientes filosoficas ¿estan relacionadas con la psicología? y ¿con que corriente o tipo de terapia es que se relacionan? Ya sea que se ocupen o se basen en ellas.
Asi mismo, los invitamos a que dejen sus comentarios en las otras entradas que existen aqui.
Un saludo.
Los administradores del Blog.
MAYEUTICA
Del griego maieutiké (arte de las parteras, arte de ayudar a procrear). La mayéutica es el método filosófico de investigación y enseñanza propuesto por Sócrates (aunque existen discrepancias respeto al origen). 
    Consiste esencialmente en emplear el diálogo para  llegar al conocimiento. Aunque Sócrates nunca sistematizó la mayéutica, podriamos destacar las siguientes fases en este método:

 

  • en un primer momento se plantea una cuestión que, en el caso del uso que  Sócrates hizo de este método, podía expresarse con preguntas del siguiente tipo ¿qué es la virtud?, ¿qué es la ciencia?, ¿en qué consiste la belleza?;
  • en un segundo momento el interlocutor da una respuesta, respuesta inmediatamente discutida, rebatida o retroalimentada por el maestro, por ejemplo con otra pregunta;
  • a continuación se sigue una discusión sobre el tema que sume al interlocutor en confusión; este momento de confusión e incomodidad por no ver claro algo que antes del diálogo se creía saber perfectamente es condición necesaria para el aprendizaje;
  • tras este momento de confusión, la intención del método mayéutico es elevarse progresivamente a definiciones cada vez más generales y precisas de la cuestión que se investiga (la belleza, la ciencia, la virtud);
  • la discusión concluiría cuando el alumno, gracias a la ayuda del maestro, consigue alcanzar el conocimiento preciso, universal y estricto de la realidad que se investiga (aunque en muchos diálogos de Platón no se alcanza este ideal y la discusión queda abierta e inconclusa).

      La idea básica del método socrático de la mayeutica consiste en que el maestro no inculca al alumno el conocimiento, pues rechaza que su mente sea un receptáculo o cajón vacío en el que se puedan introducir las distintas verdades, y rechaza ser el, el maestro poseedor de la verdad; para Sócrates es el discípulo quien extrae de sí mismo el conocimiento. Este método es muy distinto al de los sofistas: los sofistas daban discursos y a partir de ellos esperaban que los discípulos aprendiesen; Sócrates, mediante el diálogo y un trato más individualizado con el discípulo, le ayudaba a alcanzar por sí mismo el saber. 
    El arte de la mayéutica implica la teoría platónica de la reminiscencia pues al considerar al discípulo competente para encontrar dentro de sí la verdad debe suponer que el alma de aquél la ha debido conocer en algún momento antes de hacerse ignorante.

HERMENEUTICA


La hermenéutica (del griego ἑρμηνευτικὴ τέχνη, jermeneutiké tejne, ‘arte de explicar, traducir o interpretar’) es la interpretación de textos. En la filosofía es la doctrina idealista según la cual los hechos sociales y quizás también los naturales son símbolos o textos que deben interpretarse en lugar de describirse y explicarse.


El término hermenéutica proviene del verbo griego ἑρμηνεύειν (jermeneueien) que significa interpretar, declarar, anunciar, esclarecer y, por último, traducir. Significa que alguna cosa es vuelta comprensible o llevada a la comprensión. Se considera que el término deriva del nombre del dios griego Hermes, el mensajero, al que los griegos atribuían el origen del lenguaje y la escritura y al que consideraban patrono de la comunicación y el entendimiento humano; lo cierto es que este término originalmente expresaba la comprensión y explicación de una sentencia oscura y enigmática de los dioses u oráculo, que precisaba una interpretación correcta.

La hermenéutica significa también traducción, explicación, expresión o interpretación que permite la comprensión; se refiere a la interpretación de un texto, “la posibilidad de referir un signo a su designado para adquirir la comprensión. A veces se ha identificado con la exégesis, o con la reflexión metodológica sobre la interpretación. Actualmente, este término designa una teoría filosófica general de la interpretación.” Martínez Riu, Antoni y Jordi Cortés Morató. Diccionario de Filosofía Herder. Ed. Herder, Barcelona, 1996.





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MECANISMOS DE DEFENSA

 

Por Fernando Arrieta L.

Sublimación:
               El impulso se canaliza hacia una forma más aceptable, es derivada hacia un nuevo fin. Una pulsión sexual se sublima hacia una finalidad no sexual, apuntando a objetos valorados socialmente, como la actividad artística y la investigación intelectual. Por ejemplo, el deseo de un niño por la exhibición, puede sublimarse mediante una carrera en el teatro.
Represión:
               Es el mecanismo por el cual el inconsciente borra eventos y pensamientos que serían dolorosos si se mantuvieran en el nivel consciente. Por ejemplo, el olvido del cumpleaños de un familiar fallecido. Es uno de los mecanismos de defensa más empleados.
Proyección:
               Los sentimientos o ideas estresantes, son proyectados hacia otras personas u objetos cercanos que se encuentran en el exterior, por ejemplo, creer que un hermano y no uno mismo es quien teme ir al doctor.
Negación:
               Es el mecanismo por el cual el sujeto trata aspectos evidentes de la realidad como si no existieran. Por ejemplo, no reconocer que se haya cometido un error o que haya ocurrido un suceso doloroso.
 
 
Introyección:
               Es el mecanismo por el cual una persona incorpora elementos de la personalidad de otra. Por ejemplo, identificar como propia la valentía de alguien más ante una situación estresante o amenazante, al saberse inconscientemente con la carencia de la misma.
Regresión:
               Es un mecanismo que lleva a retomar el nivel de desarrollo anterior, más infantil. Por ejemplo, el comportamiento de los niños cuando nace un hermano (chuparse el dedo, orinarse, etc.). La intención es permanecer en un lugar que se piensa es menos hostil para el yo, sin embargo generalmente es al contrario.
Formación reactiva:
               Detiene la aparición de un pensamiento doloroso, sustituyéndolo por otro más agradable evitando así que aparezca en el consciente el verdadero pensamiento doloroso o indeseado. Por ejemplo, cuando una persona plantea que él deseaba que lo despidieran del trabajo para no reconocer su pesar al haber sido despedido.
Aislamiento:
               Es un mecanismo por el cual se divorcian los recuerdos de los sentimientos, como manera de soportar los hechos. Por ejemplo, separar la carga emotiva en el fallecimiento de un familiar cercano.
Desplazamiento:
               Es un mecanismo por el cual, se desprende un hecho o persona de los sentimientos asociados, y éstos son adjudicados a otro hecho o persona. Por ejemplo, es lo que suele suceder con las personas que desquitan sus frustraciones con sus mascotas.
Condensación:
               Es un mecanismo por el cual, elementos del inconsciente se reúnen en una sola imagen u objeto. Consiste en la concentración de varios significados en un único símbolo, permite la descarga de contenido inconsciente.
Racionalización:
               Se sustituye una razón real que no es aceptable, por otra que resulte aceptable a nivel social o a nivel personal incluso. Por ejemplo, justificar o “racionalizar” un enojo o arranque de ira argumentando que era necesario o inevitable por alguna singularidad de la situación que vuelva dicho enojo pertinente.
 
 
 
Intelectualización.
               La intelectualización es un mecanismo de defensa, donde el razonamiento se utiliza para bloquear la confrontación con un conflicto inconsciente y su estrés emocional asociado, mediante el «uso excesivo de ideación abstracta para eludir sentimientos difíciles». Implica apartarse a uno mismo, emocionalmente, de un suceso estresante. La intelectualización puede acompañar a la racionalización, pero difiere de ella.





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ETAPAS DE DESARROLLO HUMANO 6-8

ETAPAS DE DESARROLLO HUMANO

ERIK ERIKSON

ETAPA 6-8
Por Fernando Arrieta L.
6. Intimidad vs. Soledad     (20-35 años)
El éxito del adulto joven es experimentar la intimidad con su pareja, lo cual hace posible que se desarrolle por medio de una relación auténtica y genuina lo cual los conducirá a tener un matrimonio feliz cuando llegue el momento.
7.  Generosidad vs. Introversión   (35-60 años)
En la edad adulta, el desarrollo social del individuo se centra en la generosidad de la persona con respecto a su matrimonio y en su rol de padre.  Aquí es donde el individuo desarrolla un sentido de trabajar productivamente para llevar un matrimonio feliz y criar a sus hijos efectivamente.
 
 
 
8. Integridad vs. Desesperación   (60 años en adelante)
Si las crisis psico-sociales anteriores a ésta han sido resueltas exitosamente el adulto ya maduro desarrolla un máximo grado de madurez.  El confía en su independencia y trabaja fuerte por tener un rol aceptable en su vida.   Quiere realizarse como persona que no se siente culpable y desea conquistar su felicidad a toda costa.  Está orgulloso de lo que ha hecho en su vida, los hijos que procreó, de su trabajo, profesión y pasatiempos.  Si una o mas de una de las etapas anteriores del desarrollo social no se resolvieron efectivamente el adulto ya maduro vuelve su vista atrás con frustración y disgusto por lo que ha logrado hacer en su vida.  Esta es una etapa de revisión del individuo donde el adulto trata de reparar daños de los cuales se siente culpable en su vida pasada.





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Sin título

Psicólogos ofrecen a las autoridades un protocolo que en 55 pasos estima el riesgo de las víctimas de violencia de género
Noticias de Interes.

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Noticia publicad en lainformacion.com
El modelo esta propuesto para su aplicación porl el Colegio de Psicologos de Madrid


Nota. Cambiamos el titulo de «violencia machista» por «violencia de género» por parecernos mas adecuado.

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ETAPA DE LATENCIA (Etapas Psicosexuales)

 

ETAPA DE LATENCIA
 Por Cinthya Trejo Z.
Esta fase se emplea en la adquisición de los conocimientos necesarios a la lucha por la vida en todos los planos y la sublimación entrara en juego poco a poco.
La represión del interés sexual erótico permitirá a la personalidad liberada desplegar toda su actividad consiente y preconsciente en la conquista del mundo exterior, es una etapa no solo pasiva si no también activa que implica la síntesis de los elementos recibidos y su integración al conjunto de la personalidad marcada por la pertenencia al grupo ya sea femenino o masculino.

Si el niño entra en esta fase encontrándose en un estadio EdÍpico también el inconsciente participara en una adquisición cultural, en la conquista del mundo exterior; el complejo de Edipo será progresiva y enteramente disociado y el tabú del incesto visiblemente integrado a la vida imaginaria.

 

La importancia de las sublimaciones en la fase de latencia es grande, no solo porque en esta época se esbozan las características sociales del individuo, sino porque la manera en que un niño utiliza neurótica o normalmente este periodo hace que fije o no, exagere o haga desaparecer componentes arcaicos de la sexualidad y sus elementos perversos.
Al legar la pubertad malas adquisiciones sociales harán difícil la expansión ya que el niño no podrá tener confianza en sí mismo.





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Sin título

LINK DE INTERES

Recurrentes en niños, falta de atención y maltrato psicológico 

Existen múltiples maneras de maltratar a un pequeño. No solamente a través del daño físico se puede infligir perjuicio a un menor: la falta de atención y el maltrato psicológico también constituyen formas de violencia. Por ello, debe involucrarse a los padres y personas a cargo de su cuidado en el respeto de sus garantías, reconocidas en la Constitución y en diversos instrumentos legales internacionales.

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ETAPAS DE DESARROLLO HUMANO 1-3

ETAPAS DE DESARROLLO HUMANO

ERIK ERIKSON

ETAPA 1-3


Por Fernando Arrieta L.

Dentro de su libro infancia y sociedad Erik Erikson aborda de manera general una de las principales líneas de su teoría de la personalidad. Este autor, introduce el término de etapas del hombre para mencionar las etapas a través de las cuales el individuo va conformando su personalidad y va consiguiendo paulatinamente su desarrollo PSICOSOCIAL, nombre que titula su teoría. Partiendo de la premisa de que la personalidad es un constructo que se conforma desde el nacimiento hasta los últimos años de vida, nos otorga la interpretación de las etapas del hombre manejadas como dicotomías en las que se presenta un sentido entre normalidad vs anormalidad. O mejor dicho, entre la posibilidad de un desarrollo emocional y por ende personal óptimo, y el estancamiento en ciertas etapas que impediría el desarrollo. En este sentido como en muchas de las teorías que son conformadas por etapas de desarrollo, el detrimento de una de las etapas merma directamente a la siguiente, y conforma un efecto acumulativo en la que los conflictos no resueltos en tal o cual etapa, provocan conflictos difíciles de resolver en etapas futuras.
Las etapas de las que Erickson escribe, son como ya se menciono manejadas bajo dicotomías y están conformadas como sigue:
Primera ETAPA. Confianza vs. Desconfianza (8 meses- 1 ½ años)
Es la diferencia marcada entre la recepción de atención y la satisfacción de las necesidades primarias del bebe, que generan entre otras cosas un sentido de bienestar y saberse amado, que contribuye a que “confíe” en sus padres como sus figuras protectoras y afectivas primarias, por lo mismo el niño es capaz luego de desarrollar confianza en otras personas y luego, o mientras tanto, en si mismo. Lo cual prepara el terreno para la siguiente etapa en la que se comienza a dar la independencia. Es evidente que cuando dichos cuidados y afectos faltan, el niño no crea dicha confianza ni en sus padres, ni en el, ni en otras personas.
Segunda ETAPA. Autonomía vs. Vergüenza (1 ½ años- 3 años)
Esta etapa se refiere a la etapa temprana infantil. En ella si el niño ha recibido y formulado la confianza debida, consigue adquirir control de sí mismo, así como la capacidad de referencia de necesidades primarias (expresarlas). En este sentido tanto el autocontrol, la autonomía previa en la que se consigue cierta independencia e iniciativa y la expresión primitiva de necesidades, son tomadas idealmente por el niño con “orgullo” y sin vergüenza. En esta etapa son frecuentes las rabietas y los berrinches encaminados a marcar los principios de su voluntad, lo que quiere y no quiere hacer. Cuando el niño no ha formulado la confianza de la primera etapa, o no se le es permitido conseguir autonomía, y se le somete a avergonzarse de su autonomía y autocontrol, se frustra y desarrolla un carácter invalido en cuanto a voluntad y autonomía propias.
Tercera ETAPA Iniciativa vs. Culpabilidad (3 años- 6 años)
El autor llama esta etapa “la edad del juego”. En esta etapa, de nuevo reforzado por las dos etapas anteriores, el niño comienza a aprender a compartir, es capaz de desarrollar su creatividad y su fantasía. Dicho de otro modo adquiera autonomía de pensamiento y da rienda suelta a su iniciativa. Incluso mediante la confianza, ha aprendido a seguir reglas, y es capaz de conformarse como líder en los juegos, lo que le da la oportunidad de poner en juego su iniciativa y autonomía. Sin embargo, desde un punto de vista conflictivo si el niño esta “avergonzado” o es “desconfiado”, se siente culpable y se vuelve temeroso e incapaz de tomar la iniciativa, de ser participativo y termina creando cierta dependencia hacia sus padres o hacia figuras que planteen por él la creatividad natural en los juegos infantiles.





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SEXUALIDAD EN LA NECESIDAD NEURÓTICA DE AFECTO

EL PAPEL DE LA SEXUALIDAD EN LA NECESIDAD NEURÓTICA DE AFECTO
Por Fernando Arrieta L.

 

Dentro de lo que podemos hablar que aporta la autora en este sentido, cabe resaltar la diferencia básica que plantea entre la importancia que Freud le da a la sexualidad en cuanto a motor que impulsa la búsqueda de afecto patológico, y la que de verdad tiene.
Principalmente la autora nos plantea que no se puede asegurar que en todas las ocasiones sea una libido insatisfecha la que alimente la necesidad de afecto en el neurótico, y viceversa, no siempre que se presente en un neurótico la búsqueda patológica de afecto esta se verá desligada por completo de la libido sexual, o más específicamente de la satisfacción o insatisfacción de la misma. Dicho de otro modo lo que nos proporciona la autora es la capacidad de discernir cuando está presente un componente libidinal en la necesidad neurótica que provoca la búsqueda de afecto, y cuando es esta misma necesidad la que provoca un componente hipo o hipersexual; y de hecho, a saber, cuando se presenta la necesidad neurótica de afecto sin ningún componente relacionado a la sexualidad, y cuando, en términos normales se ha de presentar la sexualidad individual desligada de cualquier atisbo de conducta neurótica por parte del sujeto.
Según el mecanismo dinámico de la neurosis que nos plantea el libro, puede la angustia generar la suficiente hostilidad como para que o el sujeto tienda a conseguir a través de la sexualidad el planteamiento de sus relaciones personales y tal vez, conseguir cariño. O puede la realidad sexual, o la dinámica de su sexualidad, provocar suficiente angustia como para generar en la persona la hostilidad necesaria para sentirse “necesitado” de afecto, y ya sea reforzar esta búsqueda con su sexualidad o creer que es a través de ella que busca el afecto.
Finalmente y me parece que un punto importante sería resaltar el hecho de que sin importar el orden, si es la búsqueda neurótica de afecto la que genera las características de comportamiento sexual, o si es el comportamiento sexual y sus cualidades las que generan y plantean el panorama para crear una necesidad patológica de afecto; lo trascendente es identificar la presencia o ausencia de conductas neuróticas ligadas cercana o distantemente a la conducta sexual.
También cabe destacar que los elementos neuróticos pueden verse reflejados en conductas que le den al terapeuta indicios para la designación de la presencia o no de características neuróticas en la conducta sexual del sujeto. La presencia de fantasías o comentarios más o menos erotizados dentro de la terapia podrían estar relacionados al despertar de la necesidad de afecto que se reclama al terapeuta por parte del paciente, nuevamente cabria identificar un componente neurótico en, por ejemplo, un deseo sexual reflejado en los sueños por parte de un paciente hacia su terapeuta del mismo sexo, sin confundirlo con tendencias identificadas homosexuales.
Por último, la autora nos habla  de tres grupos de individuos, en el primero de ellos, las personas que lo conforman se sienten inseguras, desprotegidas y descentradas cuando no tienen relaciones eróticas y no ven cercana la posibilidad de tenerlas. En el segundo, las personas son mas inhibidas y de verdad poseen escasas relaciones, pero tienen la necesidad de irradiar una atmosfera de intenso erotismo entre ellos y los demás como una defensa. Y finalmente el tercer grupo conformado por individuos en los que se presentan inhibiciones sexuales, pero que compensan con una enorme excitación sexual y compulsiones ligadas a generalizar en las demás personas los focos de su deseo sexual.





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EL COMPLEJO DE EDIPO EN LA NIÑA

 

EL COMPLEJO DE EDIPO EN LA NIÑA
Por Fernando Arrieta L.

En la etapa fálica hacia los 3 y medio años descubre que el niño posee una “cosa” que ella no tiene (el pene), primero negara el hecho y después se mostrara celosa, convencida de que si espera le crecerá y lo desea fervientemente. Ella se siente desfavorecida y  hace responsable a su madre del hecho de su mutilación sexual, la envidia del pene se convierte en el tema de sus fantasías masturbatorias fálicas. La niña pasa habitualmente por un periodo de exhibicionismo como si el hecho de ser admirada le permitiera identificarse con los que la miran. Si la niña exhibe “nada” lo hace a manera de “negar que no tiene nada”. También en la niña se muestra una culpabilidad que acompaña siempre a la angustia de castración fálica. El primer factor de la angustia de castración será la usencia del pene identificado como una castración ya realizada. En el caso de la niña es una mujer la que representa el papel del rival adulto, la niña puede sin peligro para su sexualidad identificarse con “la que no tiene pene”. A diferencia del varón en la niña la angustia es peligrosa antes del Edipo ya que puede impedir al Edipo instalarse normalmente y en el varón lo que impide es que se solvente. Cuando la niña percibe su castración fálica, catectiza a su madre de una recrudescencia de libido pasiva, para captar su ternura, utilizando una mayor parte de la libido agresiva sublimada en la conquista de los conocimientos de las personas mayores. Pero la niña al darse cuenta que la espera por su pene no ha dado frutos y que la madre no le otorga el regalo pedido y también ella carece de este, descubre que tiene que renunciar a él para siempre, esta realidad viene a contradecir las fantasías masturbatorias clitorídeas, ya que la excitación del clítoris solo proporciona desilusiones; el retiro de catexis de la zona erógena fálica no puede realizarse en la niña sin compensación, de tal manera que el abandono de la masturbación clitoridea  se ve acompañado de un desplazamiento hacia el rostro y el cuerpo entero, aparece el gusto por el adorno, el peinado, las joyas etc. Este deseo de gustar le satisface su amor propio permitiéndole renunciar a las prerrogativas fálicas y reconciliándola con el sexo masculino, recupera la confianza en sí misma, y trata de conquistarlos, es curioso que sea debido a la envidia del pene que ella se dirige a los hombres para captar su admiración.
La madre castrada como ella ya no es temible, la intensa culpa que podía despertar en ella ha perdido su carácter doloroso y angustiante. Es muy importante que la niña se resigne a dar por perdidas sus fantasías clitorídeas y las ambiciones fálicas que ocultan, y que admita sin amargura el no ser un varón. El conflicto seria de no ser así el reprimir, mediante las prohibiciones del superyó, la sexualidad fálica por lo que la libido se vería obligada a regresar y a tomar actitudes erógenas y afectivas anteriores, de lo que surgirán trastornos de carácter.
Poco después la niña descubrirá la excitación de los pezones, cuando la masturbación genital no ha sido prohibida desplaza la envidia del pene hacia la envidia de tener unos senos como los de su madre para gustarse a sí misma.  En los casos en los que la zona vaginal erógena se convierte en el centro de las emociones libidinales de la niña (acompañadas de las fantasías edípicas)  estaremos entonces frente a un desarrollo afectivo y cultural próspero. La niña continúa tratando cada vez más de identificarse con la madre; la identificación por ambición, que no está matizada por fantasías fálicas sino por fantasías de ambición femenina, se convierte en fuente de alegría y no de culpa. El hecho de retirar la catexis libidinal de la madre no está todavía acompañado de agresividad (la niña se muestra menos sensibilizada a todo lo que dice y hace su madre que a lo proveniente  del padre). Las pulsiones agresivas sublimadas serán usadas todas, y sus pulsiones pasivas ayudaran a su deseo de complacer y seducir a los adultos fuertes que pueden protegerla (en especial a los hombres). El medio por el que realizara esta seducción del padre es  halagándolo y luchando contra su madre y contra los niños, se vuelve entonces orgullosa de su sexo al pensar que el padre la prefiere.
Las fantasías lúdicas femeninas vaginales influyen en el juego de muñecas (aprox. a los 5 años, le gusta tener solamente una o dos muñecas) proyectando hacia ellas su sentimientos de culpa liberándose de pulsiones agresivas que su yo no pude tolerar, empieza a construir su superyó que “habla” como la madre, pero cuya severidad es solo el reflejo de la agresividad interior de la niña. La niña se vuelve cada día mas coqueta con su padre, declara abiertamente que él es su marido y que tendrán hijos. Pero la realidad presente es que la madre es la esposa de papá y la niña es visiblemente inferior a ella. El complejo de Edipo es menos dramático en la niña que en el niño, pues si bien en la niña  la hostilidad para con la madre es grande, es más sorda. La niña tiene fantasias en las que mata a la madre y hay conflictos familiares en los que se muestra impertinente y trata de culpar a la madre ante los ojos del padre, actitudes y fantasías similares a las del niño. Frecuentemente llega a renunciar a la rivalidad edípica antes del periodo de latencia, sin que se pueda realmente decir que por ello ha solucionado ya su complejo de Edipo. Cuando el padre no es neurótico y es tierno con su hija esto bastara para la felicidad de ella, al menos hasta la pubertad y facilitara sus buenas relaciones sociales con los niños de su edad. Es en este momento solamente  cuando se anuncian conflictos edípicos un poco más marcados, aun en el caso de que el padre estimule a su hija a procurarse amistades entre los muchachos y no este celoso de ellos, la niña pasara insensiblemente de su padre  a su sustituto amoroso , el hombre joven. Ella liquidara entonces su complejo de Edipo, sin jamás sufrir por ello una gran angustia, ya que protegida por su padre, la niña ya no teme no hacer caso de los obstáculos que su madre podría interponer en el camino de su vida sexual genital.
Una situación particular por el sexo de la niña es descubrir el misterio de nacimiento, con el que se inquieta y tiene miedo por el sufrimiento que puede traer consigo, esta es la segunda fase del complejo de castración en la niña, la angustia de castración vaginal (víscero-vaginal). Si la madre permite a su hija independizarse las cosas resultan bien, pero si no lo hace  destruye la confianza que la niña necesita tener en sí misma, por lo tanto los sentimientos de culpa inconscientes respecto de su madre empujan a la niña a presentar un complejo de castración vaginal patológica. Puede operarse una regresión libidinal, pero la niña puede luchar con dicha castración, mediante el renunciamiento a su narcisismo femenino normal o por la proyección de la agresividad contra su madre. En los casos menos graves donde no ha habido regresión fuerte sino solo represión exterior soportada pacientemente, la joven en el momento de ser cortejada retomara su desarrollo justo donde se quedó.





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EL COMPLEJO DE EDIPO EN EL NIÑO

EL COMPLEJO DE EDIPO EN EL NIÑO
Por Fernando Arrieta L.
El complejo de Edipo se desarrolla en la etapa fálica en la cual el niño se siente favorecido ya que él tiene un pene a diferencia de la niña, lo cual provoca que aprecie su pene aún más, llevándolo a una catectizacion libidinal sobre la confianza en sí mismo, de tal suerte que las manifestaciones de triunfo serán exageraciones de los componentes sádicos. Para el niño el objeto de amor afectivo seguirá siendo la madre y más ahora porque le “agradece” el hecho de ser niño y haberle dado un pene, por esta razón al objeto de su amor desea conseguir su a su vez el amor y admiración de ella valiéndose de medios agresivos que afirman su sexualidad y  que harán según el niño que su madre sienta orgullo de él, y de manera indirecta su padre. Poco a poco el apego con su madre ira en aumento, quien estimula en él niño el orgullo sobre los hechos y proezas del niño, se muestra contenta y orgullosa de los progresos que logra en el campo de la resistencia física, de las iniciativas dichosas y de las conquistas intelectuales , todas estas actividades que el niño realiza en esta etapa son animadas por la presencia de la madre, de la relación con ella depende el tono de sus emociones, a través de las que tomara contacto con sus nuevos objetos de amor .
El niño ira abandonando sus fantasías y sus juegos solitarios, los cuales serán sustituidos por juegos compartidos en los que busca la compañía de otros niños de su edad o mayores (excluyendo a niños pequeños y niñas). Gusta de actividades riesgosas, donde se muestre audaz ya que experimenta placer por mostrarse resistente, valiente, aventurero  y astuto. Por ello cuando tiene un accidente o incidente penoso (“precio de sus adquisiciones viriles”) el niño se muestra valiente y aguanta el dolor o la pena frente a su padre y amigos y reserva su llanto para cuando esta con la madre con la cual puede llorar sin preocuparse. Ella no lo humillara y cuidara de él aminorando la importancia de tal fracaso y estimula su espíritu de revancha, buscando con él los medios para superar las causas de su inferioridad. El niño llega así a dominar las verdaderas dificultades, sus hazañas del tipo lúdico simbólico o del tipo cultural, social o escolar, son para el descargas eufóricas de sus pulsiones sexuales. El objetivo hedónico primitivo es él mismo sublimado en objetivo sentimental (gustar y causar placer). Es la edad caballeresca.
Esta conducta, caballeresca y varonil del niño acarreara consecuencias afectivas, el niño celara y sobreestimara al padre porque es su rival frente a la madre, por tanto tratara de superarlo por todos los medios que le sean posibles y de aprender todo lo necesario para ser como él y así cautivar y complacer  a su mamá como su padre lo hace , de esta manera se conforma un esbozo del superyó, con un niño haciendo lo que más le conviene y evitando lo que menos, guiándose por  el sentido moral sobre el placer inmediato. Poco a poco se presentan más claras las fantasías edípicas del niño, las cuales se enfrentan a una realidad contraria, la inferioridad de edad de él, esta realidad aun el niño no la puede admitir y le es dolorosa. Al mismo tiempo se dan fantasías agresivas respecto al padre, por estas últimas el niño experimentará culpa ya sea que el padre se muestre o no alterado sobre esta situación, independiente de toda intervención exterior se dará la culpa debido al funcionamiento del inconsciente del niño quien proyectara en su padre sus sentimientos, quejándose con la madre de la severidad del este y dirá que el padre esta celoso de él (lo ideal sería que la madre no reprochase al padre, ya que el padre puede perder firmeza y superioridad ante los ojos del niño y esto es lo que internamente el niño admira de su rival). Se presentaran manifestaciones hostiles contra el padre, conflictos, desobediencias para que su padre lo regañe y el niño se queje con la madre.
Si el padre es viril y sano, severo pero justo, el complejo de Edipo no tendrá dificultad en desarrollarse normalmente porque la imagen del padre es capaz de soportar la agresividad inconscientemente violenta del niño, sin crearle al niño la necesidad de buscar el autocastigo por sentimientos de culpa. La única manera para el niño de salir adelante es renunciando definitivamente al objeto primitivo y sublimando las pulsiones que apuntan a conquistar a su madre, el niño se ve forzado a abandonar la lucha con su padre. Como se planteó anteriormente ya que el niño quiere remplazar al padre pero también imitarlo, generara una doble actitud la cual, sin neurosis, donde el niño puede expresarse y donde la madre no interviene en la relación y altercados del niño con el padre , la madre que ya ha escogido al padre (por tanto la competencia entre ambos no es real) puede consolar al niño y no culpar al padre y así la madre contribuye a la formación del superyó genital verdadero en el niño. Cuando ello sucede el niño renunciara más fácilmente a esta rivalidad ya que vera lo inútil de su actitud, la competencia podrá orientarse hacia la conquista de objetos de desplazamiento, puede desplazarla hacia las amigas del padre (amistades amorosas platónicas o se corre el riesgo de que la angustia de castración reaparezca), el niño también podrá sublimar su libido genital en las actividades o la misma carrera que el padre.
En los casos donde el niño efectivamente logra separar a los padres y esta agresividad consiente triunfa al separarlos, el niño no podrá identificarse con el padre, porque dicha identificación requiere que el varón sea un rival afortunado, elegido por la madre. Los niños que permanezcan amorosamente fijados a la madre no podrán comportarse sexual y afectivamente como adultos.





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